Fercha Olmos, premiada por su poesía infantil de tradición llanera

Esta escritora, nacida en Casanare, fue galardonada en el III Premio Verso Dorado a la Poesía Colombiana, que la ubica como una de las mejores de su género en el país.

Por Inelda Rodríguez / Especial Periódico del Meta

‘Topochito madurito de los montes de mi Llano, lo disfruto del racimo en invierno y en verano. Cuando mi abuela cocina y está sola en su fogón, me acerco con mi totuma a pedirle una porción. Mi topochito maduro con leche yo lo disfruto, una delicia en la mesa que no dura ni un minuto’.

La escritora Ferlay Judith Olmos Cordero, más conocida como Fercha Olmos, fue galardonada en el III Premio Verso Dorado a la Poesía Colombiana. Este reconocimiento otorgado por el gremio poético del país, la distingue como la mejor poeta de poesía infantil en Colombia por su obra ‘Topochito Madurito’.

«Para mí, esto significa una gran alegría porque es un punto de partida en que los Llanos colombo-venezolanos da a conocer no tanto su léxico, sino su palabra, porque nosotros somos ricos en oralidad. Darnos a conocer a través de la poesía a nivel nacional, es un logro muy grande, aquí estamos trabajando para visibilizar las letras de los Llanos con gran orgullo», expresó la poeta casanareña.

Con más de una década de trayectoria, Fercha, ha dedicado su vida escribiendo poesía nativista infantil, es decir, aquella que crea versos del ámbito de la naturaleza y la representación espiritual y cultural propio de un territorio y sus habitantes, en este caso dirigida a los niños.

Entre sus publicaciones se encuentra la poesía sonora para niños ‘Hojarasquín del Monte’, ‘Canto de pajaritos’, ‘Cuentos y + cuentos de mi abuelo’, entre otras obras.

«Es un ejercicio que he venido desarrollando y a la vez perfeccionando, porque nosotros los llaneros somos autodidactas en la composición y en todo lo que hacemos», afirmó.

Desde niña, la literatura llamó su atención, ya que su talento literario es un legado familiar. Su padre fue compositor, sus tíos cantantes, sus hermanos también han incursionado en el arte y su hermana es escritora. Además, Fercha es licenciada en Lengua Castellana y Comunicación, lo que la llevó a enfocarse aún más en esta tarea de estudiar sobre el poema llanero para niños, porque vio la oportunidad, debido a que no hay poemas con el lenguaje apropiado para los niños.

«Jamás publico un poema si no lo he socializado con los niños, porque ellos son los que me dan la aprobación. Nunca me les acerco a otra cosa más que a conocerlos un poco, porque cuando hablo con ellos me aportan muchas cosas», menciona Olmos.

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Algo que llama la atención es que, aunque su poesía está dirigida a los niños, Fercha Olmos no tiene hijos. Su inspiración para esta obra, ‘Topochito Madurito’, proviene principalmente de sus vivencias y de los recuerdos con su abuela quien la crió tras la muerte de su madre.

«Crecí en el campo, mi madre murió cuando era muy pequeña y mi abuela me crió. Por eso tengo estos imaginarios plenos de mi abuela en la cocina, de los racimos de plátano colgados. Muchas veces me sirvió tajaditas maduras con cuajada. ‘Topochito Madurito’ es un homenaje a esas vivencias», menciona Fercha.

Para la poeta casanareña, nacida en La Chapa, en el municipio de Hato Corozal, su camino como escritora ha sido un proceso de educación a lo largo de los años para llegar a crear sus obras. Asegura que la formación, la disciplina y el cuidado en el uso de las letras son fundamentales para escribir los poemas para niños.

«Empecé a escribir para niños desde que estaba en la universidad. Y para mí, desde lo más profundo, quiero dar un regalo a los niños de mi país, a los niños rurales, de la sabana, de las montañas. Porque nosotros le hemos fallado mucho a la niñez. No tengo los medios para hacerles un regalo material, pero les entrego este regalo colectivo: la poesía», afirma la poeta.

Esta línea del arte es un camino poco explorado; Fercha Olmos menciona que en el Casanare y en toda la Orinoquía hay muchos poetas pero que estén completamente dedicados a la literatura infantil, no.

«En los festivales de música llanera en las instituciones educativas, los niños cantan canciones escritas para adultos, con un lenguaje que no es para los niños y que muchas veces no entienden. Invito a los compositores y escritores a que hagamos más poesía para los niños. Que saquemos ese niño que llevamos dentro y lo pongamos a escribir», puntualizó Fercha.

Además, menciona la falta de espacios adecuados para la lectura, la escritura y oralidad, para orientar mejor a los niños de las diferentes lecturas, «dicen que a los jóvenes no les gusta leer, pero se la pasan todo el día leyendo en sus celulares. La lectura ha cambiado y se ha revitalizado. Debemos dejar atrás la idea de que los niños y jóvenes no leen, ellos leen más que nosotros».