viernes, 14 de febrero de 2025
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Alberto Baquero: el arte de leer, escribir y trascender


Alberto Baquero: el arte de leer, escribir y trascender 1
Por Inelda Rodríguez / Especial Periódico del Meta

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Alberto Baquero Nariño, escritor y economista, se fascina por las ilustraciones gráficas que contienen sus libros. Parece un niño que lee las caricaturas, y es que, con sus cabellos blancos y su característico sombrero, en él se deja reflejar algo de la sabiduría acumulada a lo largo de los años.

«La labor del escritor es lograr que sus textos sean amenos para el lector. Una de las características de mis libros es que todos están ilustrados por artistas llaneros. Esa ilustración los enriquece, porque los libros no solo deben ser legibles, sino lectorales que significa lo atractivo de leerlos.  No necesariamente todo requiere una ilustración, lo digo por mi experiencia, además que liga la literatura con el arte».

Para Baquero Nariño, el proceso de escritura comienza con la lectura, «la fase inicial para quien quiere escribir es leer. Si usted lee, adquiere argumentos, confronta ideas. Al leer sobre un tema, lo compara con la realidad, con otros documentos e incluso entrevistar a los personajes que han escrito esos libros, todo eso es una fantasía».

Con estas palabras, el escritor resalta la importancia de la curiosidad como bases fundamentales para quienes desean crear obras significativas, y es por esto mismo que menciona que él por la juventud no se preocupa, «sé que los muchachos cuando llegan a determinada edad reflexionan y hacen el proceso de investigación por lo que cada uno le guste».

Aunque él nunca llegó a imaginarse que hoy en día sería un referente historiador del Llano, recuerda cómo empezó su fascinación por la escritura, pues tuvo una complicación de salud, le dio meningitis cuando niño que lo llevó a ser disciplinado e incorporar nuevos hábitos.

«Nací en San Martín en 1945 el 3 de febrero, y ocurrió un suceso que me llevó a una enfermedad. Esa enfermedad casi me mata, solamente que mi papá José Gregorio Baquero Guerrero era médico. En 1945 se dio la licencia para que la penicilina fuera usada, la había descubierto Fleming en 1928 y solamente se permitió el uso para humanos en ese año. Él me la aplicó, pero todavía no estaba dosificada para los niños, eso me causó problemas fisiológicos y anatómicos, particularmente con la flora intestinal, pero me salvó», recuerda.

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Fue en esta situación que Baquero adquirió un estilo diferente, porque mientras se recuperaba poco a poco a través de los cuidados de su padre médico, el ejercicio y los libros fueron sus mejores aliados: «era muy débil, prácticamente raquítico, entonces iba a jugar y no podía. Pero me sirvió tener esa quietud para encontrar refugio en los libros. Teníamos una biblioteca frondosa, muy especializada en varios temas de interés».

Alberto Baquero: el arte de leer, escribir y trascender 2

Ya en su adolescencia cuando ingresó a la universidad, se encontraba fortalecido e inició su vida deportista de forma más profesional tanto así que fueron campeones en la Universidad Nacional donde estudió Economía: «entré a los equipos de la universidad, fui miembro de la selección Colombia de básquetbol universitaria, pero todo eso fue objeto del proceso de superación que tuve que hacer con el físico», recuerda Alberto Baquero.

En sus primeros 80 años, como él mismo lo menciona, ha escrito alrededor de 40 libros enfocados en tres aspectos específicamente: la economía, con un modelo de desarrollo; la literatura, centrada en la cultura de la confluencia de razas teniendo en cuenta la riqueza étnica y, la literatura en cuatro géneros: la poesía, las crónicas, los ensayos y, los sucesos de la historia.

«Cada tema que elijas, lo tienes que escoger y trabajarlo durante años. Lo vas trabajando, lo dejas reposar, coges otro tema, igual lo tratas y luego vuelves a este y en fin, puedes hacer simultáneamente esas labores», puntualiza el escritor.

Además de sus libros, dedica tiempo a la música y deja un mensaje a los cantantes: que canten las historias. Toca instrumentos de pulso como la Bandola Andina, fue rector de la Universidad Unillanos y vicerrector de la Universidad Nacional. También nos relata sobre su participación en el proceso de creación de la Casa de la Cultura: «asistí a Doña Maruja Hernández de Gil en el proceso de creación liderado por Colcultura, bajo la dirección del poeta ‘Piedracielista’ Jorge Rojas. La Casa Fiscal, donde vivían los Gobernadores, fue cedida como sede para la Casa de la Cultura Jorge Eliécer Gaitán por el Gobernador Narciso Matus Torres».

En Navidad 2024 publicó sus tres últimos libros uno de ellos lo había escrito hace 14 años y próximamente espera lanzar más obras. 


Por Inelda Rodríguez / Especial Periódico del Meta

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