Hazañas de las primeras mujeres paracaidistas de Colombia

Siete años después de que se activara el Batallón de Infantería Aerotransportado N.° 1 General Roergas Serviez Medina, en Apiay, seis mujeres tuvieron la valentía de presentarse y pasar las pruebas físicas, lo que las llevó a hacer el curso de Paracaidismo Militar. 

El selecto grupo estaba integrado por Luz Stella Pedreros Callejas, así como también por las hermanas Amparo y Martha Myriam Gil Monsalve; en ese entonces miembros de la Defensa Civil y quienes hicieron el curso de paracaidismo con el Ejército Nacional, en 1971. 

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“Lo que me animó a hacer el curso era saber qué tan berraca soy para llegar a esas pistas de entrenamiento, porque son muy fuertes para nosotras. El primer día fue un poquito duro porque no sabíamos cómo era, no sabíamos cómo era el entrenamiento para las mujeres y fue igual al de los hombres”, recordó Luz Stella.

Así como estos retos, estas tres mujeres que llegaron al Meta desde Antioquia y Cundinamarca, vivieron experiencias de mucho aprendizaje que recuerdan con amor y gratitud. 

“Después de 15 días de prueba de las pistas, nos enseñaron a armar un paracaídas porque era con el que íbamos a saltar nosotras mismas, debíamos tener mucho cuidado con eso. Cada una empacaba el paracaídas con el que saltaba y el de reserva”, contó Pedreros.

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Tanto como Luz Stella, Martha Gil también recuerda cada salto que hizo: “a mi me gustó mucho el paracaidismo, yo quería saltar lo más alto que pudiera, y pues todo bien, yo no me golpeaba. Aprendí a preparar el aterrizaje, cuando uno salta se acomoda como bolita y de lado, cae con los pies y de ladito para que no se fracture ni nada”.

Finalmente, en el marco del Día Internacional de la Mujer, las primeras paracaidistas de Colombia dan a las mujeres un mensaje de aliento y de motivación para que se arriesguen y realicen las actividades extremas que tanto sueñan.

“Les decimos a las mujeres que hagan las actividades extremas, es lo mejor que puede hacer una persona, hacer un curso de riesgo”, en cuanto al paracaidismo, Amparo Gil añadió que “hay mucha responsabilidad del paracaidista, pero se tienen buenos instructores que enseñan, así que tírense del avión”.

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