Skip to content
martes, 26 de agosto de 2025
Pico y placa
9 y 0

Indígenas del Meta, Arauca y Catatumbo reclaman reparación por crímenes de guerra

Indígenas del Meta, Arauca y Catatumbo reclaman reparación por crímenes de guerra 1
RP
Redacción PDM

COMPARTE

En sus lenguas originarias, los pueblos Sikuani, Hitnü y Barí exigieron verdad y reparación por el reclutamiento forzado de sus niños, detallando el impacto cultural y la pérdida de autonomía sufrida.

Con la fuerza de sus lenguas ancestrales, los pueblos indígenas Sikuani, Hitnü, de los Llanos Orientales, y Barí alzaron su voz ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) para expresar sus observaciones sobre la imputación a seis exmiembros del Secretariado de las Farc-EP por el reclutamiento de niñas y niños durante el conflicto armado. 

En diligencias históricas, los representantes de estas comunidades compartieron el profundo dolor y las heridas que dejó esta práctica criminal, en el marco del Caso 07.

Ante las magistradas auxiliares, Luisa Fernanda López y Claudia Marcela Páez, los voceros indígenas no solo reaccionaron a la imputación por crímenes de guerra como reclutamiento, malos tratos, tortura, homicidio y violencia sexual, sino que también presentaron sus análisis sobre las declaraciones de 31 exmandos medios de las Farc-EP, en la investigación liderada por la magistrada Lily Rueda.

El testimonio del Pueblo Sikuani resonó con especial fuerza. Relataron cómo sus niñas y niños fueron víctimas de engaños, con falsas promesas de estudio, alimentación y bienestar. Esta cruel estrategia no solo arrebató a los menores de sus familias, sino que también generó una profunda erosión de su cultura, su lengua y su autonomía. 

La angustia por el destino de muchos de sus jóvenes, que aún permanecen desaparecidos, se hizo palpable en sus palabras: “hoy en día quedamos muy pocos”, lamentaron.

Los sikuani, habitantes de los Llanos Orientales en Vichada, Meta, Arauca y Casanare, denunciaron la invasión de su territorio por parte de las Farc-EP, quienes actuaron “como si fuera su casa”. 

La imposición del castellano, el desconocimiento de sus autoridades tradicionales, la ruptura de sus saberes ancestrales y los desplazamientos forzados fueron parte de las dolorosas consecuencias que narraron. 

Ya no se escuchan nuestras lenguas, ni se ven nuestras juntanzas; nos quitaron la autonomía que teníamos cuando éramos libres”, afirmaron con pesar. Su exigencia a los comparecientes de las Farc-EP fue clara: reconocer los daños infligidos y explicar cómo planean remediarlos.

El Pueblo Sikuani fue enfático en su demanda por la verdad completa sobre el paradero de cada niña y niño reclutado. Además, solicitaron acciones de reparación que fortalezcan su cultura y su vida comunitaria, incluyendo la reconstrucción de la escuela tradicional y la casa de medicina ancestral, pilares fundamentales de su identidad.

Le puede interesar: JEP pide investigar desaparición de 546 miembros de la fuerza pública

En cada una de las diligencias, la magistratura resaltó la trascendental importancia de escuchar directamente a las víctimas en sus propios territorios y en sus lenguas maternas. Este ejercicio de escucha activa permite contrastar las versiones de los excombatientes, avanzar en el esclarecimiento de la verdad y construir caminos sólidos hacia la reparación y la no repetición.

La Sala de Reconocimiento de Verdad no dudó en destacar la valentía de las comunidades indígenas, quienes, a pesar de los profundos daños sufridos durante el conflicto armado, mantienen viva su lucha por la verdad, la reparación y la defensa de su invaluable identidad cultural y territorial.

El #Caso07 continuará recibiendo durante el mes de mayo las observaciones de las víctimas acreditadas, incluyendo tanto a personas sobrevivientes del reclutamiento como a otros dos pueblos indígenas reconocidos como víctimas en este doloroso capítulo del conflicto colombiano.

Indígenas del Meta, Arauca y Catatumbo reclaman reparación por crímenes de guerra 2

Los demás pueblos afectados, alzaron sus voces

El Pueblo Hitnü, que habita Arauquita, Arauca, Tame y Puerto Rondón. También se encuentran en las cuencas de los ríos Ele y Lipa, y en el bosque de galería del caño Colorado, narró afectaciones profundas: enfrentamientos, siembra de minas antipersonal cerca de sus caminos tradicionales, asesinatos y la desaparición forzada de niños y niñas, así como la ruptura de su estructura social y espiritual, lo que puso en riesgo su permanencia en la selva amazónica, su hogar.

Compartieron casos concretos de reclutamiento desde edades muy tempranas, el ingreso violento de las Farc-EP a sus comunidades y las diversas afectaciones que todo esto dejó en su población. Durante la audiencia hicieron énfasis en la necesidad de reconocer el grave daño causado, no solo a las familias, sino a todo el tejido social del Pueblo Hitnü.

Pidieron que se reconozca el daño colectivo sufrido. Ante la #JEP, resaltaron que no quieren desaparecer ni ser desplazados: quieren seguir viviendo en su Territorio, proteger su lengua y preservar su relación ancestral con la naturaleza.

El Pueblo Barí, que habita principalmente en el Catatumbo, una región que abarca el departamento de Norte de Santander en Colombia y se extiende hasta territorio venezolano, expuso cómo el reclutamiento afectó su lengua, su cultura y su espiritualidad, además generó daños ambientales irreparables. Denunciaron la pérdida de identidad de niñas y niños, quienes fueron forzados a cambiar su modo de vida.

Exigieron a los antiguos mandos medios de las Farc-EP reconocer que rompieron su autonomía, vulneraron su derecho propio y profanaron sitios sagrados. Solicitaron reparación ambiental y cultural.Aunque la restauración nunca será igual al daño causado, estamos dispuestos a encontrar un camino para seguir adelante”, expresaron.

El Pueblo Barí reiteró que los niños reclutados fueron despojados de su lengua y costumbres, y que su gobierno propio fue fracturado por la imposición de ideologías ajenas. Señalaron que el reclutamiento dejó un impacto profundo en su vida comunitaria, cultural y ambiental.


RP
Redacción PDM

En PERIÓDICO DEL META estamos comprometidos en generar un periodismo de calidad, ajustado a principios de honestidad, transparencia e independencia editorial, los cuales son acogidos por los periodistas y colaboradores de este medio y buscan garantizar la credibilidad de los contenidos ante los distintos públicos. Así mismo, hemos establecido unos parámetros sobre los estándares éticos que buscan prevenir potenciales eventos de fraude, malas prácticas, manejos inadecuados de conflicto de interés y otras situaciones similares que comprometan la veracidad de la información.


Entérese de toda la información


Conéctese a nuestras redes sociales