martes, 18 de febrero de 2025
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Liderazgo Villavo 2040 | Opinión


Liderazgo Villavo 2040 | Opinión 1
Diego Orlando Barbosa Montealegre

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En el año 2040 se conmemorará el bicentenario de la fundación de Villavicencio, lo cual representa una valiosa oportunidad para reflexionar sobre el futuro de la ciudad. En este contexto, cabe preguntarnos: ¿cómo visionamos nuestra ciudad? Para dar respuesta a esta pregunta, en primer lugar, es importante considerar que en el año 2027 finaliza la vigencia del Plan de Ordenamiento Territorial (POT).

Es fundamental comprender que esto no se limita a la redacción de un documento, sino que representa una nueva oportunidad para repensar la ciudad a partir de las necesidades específicas de la ciudadanía. 

De acuerdo con el Plan de Desarrollo Municipal, gran parte de la población habita en la cabecera urbana (92%), mientras una minoría reside en la zona rural (8%). Este crecimiento poblacional genera nuevas demandas de servicios ecosistémicos (agua, aire y biodiversidad), suelo, vivienda, transporte, alimentos, servicios públicos y sociales, entre otros. Asimismo, genera impactos negativos en el medio ambiente y el manejo del suelo. Lo anterior debe ser analizado desde espacios que se centren en el bienestar general de la comunidad.  

En Villavicencio, la ciudad emerge como motor del crecimiento en la región y al proveer servicios e infraestructuras a los municipios aledaños. Por tanto, debe ser líder natural del desarrollo y de la sostenibilidad económica, social y ambiental. 

En este sentido, el Plan de Ordenamiento Territorial, surge como instrumento técnico y normativo, que tiene como propósito ordenar el territorio municipal desde la dimensión física complementando la planeación económica y social. Este es una herramienta importante dentro de la planificación, por tanto, debe ser producto de la participación efectiva.  

En el marco de una nueva revisión general del POT en 2027 es imperante generar espacios para la construcción de una nueva visión, que se geste desde la participación de diversos sociales y con horizonte al año 2040. Hoy las necesidades asociadas a la interacción con los municipios vecinos sobrepasan los límites físicos, por lo cual se requiere una mirada desde el desarrollo urbano regional, consecuente con las insuficiencias funcionales de las aglomeraciones urbanas. Por consiguiente, se demanda de nuevos liderazgos, desde la academia, los gremios, las comunidades, el gobierno local, el concejo y toda la ciudadanía, comprometidos en adelantar conciencia de lo que significa esta nueva oportunidad.  


Diego Orlando Barbosa Montealegre

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