Más allá de la alharaca | Opinión

En mi calidad de votante echo un vistazo a los 5 ejes programáticos en los cuales basó Felipe Harman su Plan de Desarrollo:

Eje 1. “Fomentar el sentido de pertenencia y la construcción de la identidad” promoviendo la protección y conservación de la estructura ecológica municipal, la biodiversidad y el patrimonio cultural. No hay preservación de la estructura ecológica, existe vertimiento de metales pesados y la fauna sobrevive a un lado de los semáforos y de los centros comerciales. Preocupante la falta de medidas para enfrentar desastres.

En lo cultural hay rezago con relación a otras ciudades pares. Prometió “saldar con la deuda histórica con los artistas”, pero reforzó las roscas. La cultura no se mide por tarimas. 

Eje 2.  “Ciudad moderna y planificada”. ¿Dónde? No hay control de ocupación de suelo. Hay infarto vial. Hizo legalización de barrios, pero para cosecha electoral. Hizo “alcaldadas” como cerrar negocios nocturnos con décadas de existencia. En cuanto a la vivienda: prometió 1.000, se hicieron 64, mientras que el 54% de las familias vive en arriendo.

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Eje 3.  Economía para el empleo. Por falta de empleo, hoy se mantiene una oleada de emigrantes. Hacer crecer el primer sector no es organizar ferias campesinas. Harman desestimó lo mejor de lo rural y lo mejor de la urbe, para acrecentar lo peor de ambos. 

Eje 4. Gobierno abierto y participativo. En la papelera quedaron las hojas de vida de profesionales que quisieron participar en su gobierno. Su propuesta de invitarlos a ocupar cargos fue inoficiosa, pueril y demagógica.

Eje 5. Ciudad garante de derechos. Un sismo puso a los enfermos a dormir fuera de los hospitales. La ciudad recibe bandas delincuenciales. En educación hubo nombramiento de nuevos, pero la calidad y el acceso siguen siendo precarios. 

Liderar va más allá de la alharaca. La crítica visibiliza, pero no garantiza que quien la ejerza tenga mejor desempeño. Harman es hoy todo aquello contra lo cual batalló. 

Recuerdo lo del viejito Churchill: “Un problema de nuestra época es que la gente no quiere ser útil, sino importante”. 

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