Natalia, como pez en el agua

Natalia Villarraga, estudiante de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Los Llanos, es una promesa metense del Club Pirañas de rugby subacuático que no ha contado con ningún apoyo, pese a haber demostrado ser una de las mejores jugadoras del país, al punto que fue convocada por la Selección Femenina de Colombia en categoría Sub-21, la cual ganó su primer campeonato internacional el año pasado.

La llanera, de 18 años, entrenó natación desde muy niña hasta que cumplidos los 15 años decidió retirarse de esta disciplina. Pese a ello, su historia como deportista no terminaría ahí, su entrenador conociendo su potencial le sugirió practicar el rugby subacuático y ella aceptó.

“Empecé a entrenar con el grupo de rugby subacuático, me gustó, y ya llevo tres años”, recuerda. Este reto no sería fácil, pues esta disciplina permite jugar en equipos mixtos y el género masculino era mayoría en el grupo de quienes practicaban este deporte. Natalia asumió el desafío de entrenar a la par de sus compañeros hombres y adquirió destrezas como la fuerza.

En abril del año pasado Natalia y sus compañeros participaron en el campeonato nacional sub-21 de Rugby Subacuático, en Pereira, representando al Meta, el equipo ganador le daba el pase a su entrenador de dirigir la Selección Colombia. En esta ocasión el triunfo fue para Medellín.

En junio del mismo año, el entrenador de la Selección Colombia de Rugby Subacuático hizo una convocatoria a nivel nacional en Medellín, a la que asistió solo Villarraga por el Meta, allí le realizaron rigurosos chequeos médicos, y diferentes pruebas físicas, de juego y resistencia a la metense, quedando seleccionada en un grupo de 24 jugadoras entre 40 participantes.

Cada mes Natalia tuvo que presentar en Medellín duras pruebas con la ilusión de hacer parte de las 15 jugadoras que finalmente conformarían la Selección Femenina de Colombia. La metense superó los obstáculos logrando entrar al privilegiado grupo e ir al Campeonato Nórdico Abierto de Rugby Subacuático Sub-21 en Lönsboda (Suecia) en noviembre del 2015, donde Colombia era el país invitado.

“Lo más duro no fueron las pruebas, sino que durante el proyecto nadie me apoyó, solo mi club y la Liga de Actividades Subacuáticas hizo algunas colectas para apoyarme, el resto del dinero salió del bolsillo de mis papás, y actividades como rifas, venta de tamales y dulces”, afirmó Villarraga.

Natalia, quien ocupa la posición de guarda (defensa), junto a su equipo se enfrentó a los países pioneros en este deporte, pero la velocidad de las colombianas pudo más que los brazos largos, la experiencia y la estatura de las europeas.

A pesar de ser su primera vez en un campeonato, Natalia y sus compañeras se vistieron de oro y ganaron el campeonato derrotando en la final a Noruega, uno de los grandes monstruos del Rugby. “Teníamos que ganar, había sido mucho el esfuerzo económico para estar allá, gané experiencia, aprendí tácticas y estrategias de juego de otros países”, agregó la llanera.

Natalia explicó que la disciplina exige ‘jugar a pulmón’, es decir, el jugador debe subir a la superficie, tomar aire, y bajar a jugar, pues no cuentan con ningún equipo de ayuda para respirar bajo el agua, la canasta está sujeta al piso de la misma lo que obliga a desarrollar el juego en el fondo de la piscina, aunque son válidos los relevos necesarios con los jugadores que están en la banca.

La resistencia bajo el agua, la agilidad y la fuerza son tres de las fortalezas que debe tener un jugador de rugby subacuático durante los dos tiempos de 15 minutos que dura el juego, y de estas habilidades está hecha esta llanera que sueña con estar en lo más alto de su carrera deportiva.

Este año el mundial de rugby se llevará a cabo en Alemania en el mes de noviembre, Natalia le apuesta a todo, desde ya, para participar. “Estoy entrenando fuertemente, y asisto al gimnasio con mucha dedicación y disciplina, pero el problema es la plata, mis papás se endeudaron para que pudiera ir a Suecia y aún se están recuperando de eso”, explicó con nostalgia la jugadora.

Dato Vital

El rugby subacuático es un deporte de origen europeo, sus inicios datan de principios de los sesentas en Alemania. Este juego se desarrolla en una piscina de 3.5 metros a 5 metros de profundidad, seis jugadores están en la banca, mientras otros seis se encuentran inmersos en el agua con el fin de anotar puntos en una canasta (40 cm de diámetro) con una pelota que tiene flotabilidad negativa (no flota).