Otro ‘raponazo’ a regalías impactará al Meta

La Contraloría General advirtió esta semana que, debido a la menor exploración, caerá la producción y por ende las regalías que reciben las regiones; además, un decreto del Gobierno Nacional hará otro recorte a las regalías.    

Por Luissa Fernanda Pérez

Hace pocos meses el Gobierno Nacional, emitió el decreto 0549 del 2024 por el cual se ajustan los anexos de Asignaciones Directas del presupuesto del bienio 2023-2024 del Sistema General de Regalías, trayendo serias consecuencias para un departamento que financia la mayoría de sus proyectos con estos recursos.

Mario Romero, economista, explicó los efectos de dicho decreto sobre las asignaciones directas a municipios y departamentos productores en el sistema general de regalías. Este decreto, que afecta a territorios como el departamento del Meta y al municipio de Villavicencio, implica una revisión de las proyecciones presupuestarias para el bienio en curso y el siguiente.

Según Romero, la revisión es variable y depende de las condiciones del mercado, los costos de producción y el tipo de crudo producido en cada región. En el caso del Meta, se produjo un recorte en las asignaciones directas debido a la caída del precio del crudo pesado, similar a la observada durante la pandemia. Esta situación ha generado un déficit presupuestario, afectando la planificación de infraestructura y programas sociales financiados con regalías, como el Programa de Alimentación Escolar (PAE).

“Los municipios y el departamento formularon sus planes de desarrollo con un capítulo de iniciativas del Sistema General de Regalías en el marco de la ley 2056, esos recursos y esas proyecciones deben ajustarse y aterrizase al nuevo escenario presupuestal. No todas las iniciativas donde la gente participó podrán ser financiadas, eso la comunidad debe saberlo”, expuso Romero a Periódico del Meta.

Además, Luz Mary Aguirre, secretaria de Hacienda del Meta, expresó su preocupación por el decreto, que implica un contracrédito de 141 000 millones de pesos de recursos del departamento. Aguirre señaló que, según la ley 2056, ante un déficit presupuestario se debería aplicar un aplazamiento o reducción, no un traslado de recursos a otras entidades. La Gobernadora y su equipo han solicitado explicaciones al Gobierno Nacional sobre los fundamentos técnicos del decreto 549.

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“En el marco de la ley 2056, lo que se tiene que hacer es un aplazamiento o una reducción en materia presupuestal, en nuestro caso no fue así. Lo que hizo el Gobierno Nacional fue hacer un traslado, un contracrédito de nuestros recursos y los acreditó a otras entidades”, informó la funcionaria.

Mario Romero señala la necesidad de que los municipios y departamentos afectados reconsideren sus modelos productivos para diversificar sus fuentes de ingresos, reduciendo la dependencia de las regalías. Esta situación ha encendido las alarmas, obligando a los territorios a planificar inversiones que puedan generar nuevas fuentes de ingresos en el futuro.

De otra parte, la Contraloría General de la Nación hizo serias advertencias sobre la disminución de regalías en todo el país, debido a la menor producción, tanto de hidrocarburos como de carbón, principales generadores de esos recursos en Colombia.

El Contralor General de la República, Carlos Hernán Rodríguez Becerra aseguró que “ha participado y liderado mesas en torno a la transición energética justa, responsable y a hoy no se conocen las actividades concretas, los presupuestos, indicadores y metas, así como los análisis de concesión de actividades productivas y laborales, que permitan sustituir los recursos” que obtiene el país de sectores como el de hidrocarburos y minería frente a la transición energética.

Rodríguez Becerra advirtió que la gestión minero-energética actual en el país está descontando la transición energética como un hecho inminente y de mediano plazo y actuando en consecuencia no se están firmando nuevos contratos de exploración, no se permite el fracking y no se tienen planes concretos de transformación para la industria petrolera y minera, para que estas actividades poco a poco cedan paso a las fuentes alternas de energía.

“En caso de que la demanda estuviera disminuyendo estas iniciativas tendrían sentido, pero en la realidad son cuentas demasiado optimistas pues los indicadores no muestran una desaceleración en los consumos de energéticos fósiles y por lo tanto se está arriesgando la seguridad energética que se tiene hoy frente a escenarios inciertos mañana”, agregó.