miércoles, 24 de abril de 2024
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‘Pedimos es la igualdad de derechos’


‘Pedimos es la igualdad de derechos’ 1
RP
Redacción PDM

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En el mes de la lucha contra la violencia de género, la jefe de la Oficina de la Mujer habla de las estadísticas que ubican a la capital del Meta como una de las más inseguras para ellas. Hay determinación administrativa para disminuir esos índices. 

 La ONU asegura que la violencia contra la mujer es una pandemia global, y hasta un 70% de ellas sufren algún tipo de afectación a sus derechos en su vida. El 25 de noviembre próximo se conmeora en todo el mundo el ‘Día Naranja’ una manera de protestar contra cualquier tipo de maltrato o discriminación contra las mujeres alrededor del mundo.

 A pesar de que el 52% de la población en Villavicencio es femenina, no es la excepción en violencia contra ellas. Según las estadísticas de Medicina Legal, la ciudad se ubica con indicadores muy altos y en algunos casos por encima de la tasa nacional de violencia de género, lo cual preocupa a sus autoridades coincidiendo en que se necesitan acciones determinantes. Pese a esto, la administración municipal cree que al menos en la capital del Meta, gracias a las rutas de atención diseñadas por esta, las mujeres están perdiendo el miedo a denunciar, y es por eso que las estadísticas se elevaron.

 No obstante esto no tranquiliza. Este año han ocurrido 12 feminicidios en la ciudad y la tasa de suicidios en mujeres pasó de 1,45 a 4,34 por cada 100.000 habitantes.

 Periódico del Meta (PDM), invitó a Leyla Rosa Peña Cadena (L.P.), jefe de la Oficina de la Mujer de la Alcaldía de Villavicencio, a propósito de estas reveladoras cifras y la conmemoración del Día Naranja. Confiesa que estuvo a punto de renunciar porque la impactaron muchos casos que conoció, pero decidió luchar para restablecer los derechos de ellas.

 PDM: Trabajando en esta oficina, ¿qué casos la han impactado?

L.P.: Sucedió en una vereda cercana a Villavicencio. Uno se imagina que eso puede suceder en un lugar remoto, pero encontramos a un hombre que ‘enchivaba’ a la mujer. Un caso aberrante en donde el marido amarraba a la esposa de manos y pies y la amenazaba con quemarla viva en una hoguera. En otro caso, el esposo creía que ella le era infiel y decidió sentarla en una parrilla caliente de la estufa.

 PDM: Las cifras indican que el homicidio de mujeres descendió, no todo es malo…

 L.P.: Efectivamante. En el 2014 la tasa estaba en 8,53 por cada 100.000 y en el 2015, que son las cifras más recientes pasó a 5,21.

 PDM: ¿Pero todas las demás han subido?

 L.P.: Sí. Es lo que nos preocupa. Por ejemplo el tema de violencia intrafamiliar contra niñas y adolescentes  pasó de una tasa promedio de 178 a una de 225,2.  Igual en violencia de relación de pareja: pasó de 4,55 y ahora en 4,84. Ni a las abuelas las estamos respetando porque el indicador dice que pasamos de 42,5 a tener una tasa de 84,5. 

 PDM: ¿Las cifras de suicidio elevadas, podrían ser coyunturales?

 L.P.: En los análisis hemos determinado que ellas intentan quitarse la vida entre los 17 y 25 años. Creemos aquí que la violencia psicológica está afectando mucho a las mujeres.

 PDM: ¿Es difícil llevar pruebas en casos de violencia psicológica?

 L.P. La Ley 1257 le da credibilidad a los testimonios de las mujeres y no debe llevar mayores pruebas. Este ha sido uno de los avances que ha tenido Colombia para reconocerle los derechos a la mujer.

 PDM: ¿Y qué es violencia psicológica?

 L.P.: Va desde revisarles de una manera enfermiza el celular, hasta decirles groserías o humillarlas por razones económicas cuando ellas dependen de él y no dan dinero para la manutención. La violencia económica es otra forma de afectarles sus derechos.

 PDM: ¿Cómo contrarrestar este tipo de violencia?

L.P.: Hemos iniciado cursos y talleres de capacitación para que las mujeres aprendan a generar sus propios recursos. Algunas tienen que volarse porque el marido no las deja salir de la casa. A ese punto se ha llegado de vulnerar los derechos de la mujer.

 PDM: ¿Hay dinero para luchar contra la violencia de género?

 L.P: Cuando llegamos a la oficina, teníamos el 0,02 porciento del presupuesto, hoy 11 meses después y gracias a la voluntad política del Alcalde, Wilmar Barbosa,  se incrementó al 2%. Debemos trabajar más, pero hay decisión de que este panorama cambie.

 PDM: ¿Qué otras estrategias desarrollan para bajar las cifras de violencia?

 L.P.: Iniciamos un ejercicio llamado ‘Nuevas masculinidades’, que enseña a los hombres, en especial de la Policía, Ejército y estudiantes de colegios,  a que hay una igualdad para, por ejemplo, hacer oficios de la casa y no dejárselos necesariamente a las mujeres. Buscamos que haya corresponsabilidades dentro del hogar. También, con las mujeres rurales trabajamos para que se acerquen a la oficina y conozcan sus derechos.

 PDM: ¿Qué hacen en los colegios?

L.P.: El tema de estigmatización y maltrato contra las mujeres en colegios es preocupante. El matoneo es alto e incluso ente las mismas niñas; allí venimos trabajando en un programa que se llama ‘Revoluciones’, en 10 instituciones educativas, para cambiar los imaginarios del trato hacia las mujeres.

 PDM: ¿Estuvo a punto de renunciar?

L.P.: Le confieso que recien me posesioné la carga emocional fue tan fuerte con tantos casos que recibía que estuve a punto de renunciar. El alcalde me dio fortaleza para seguir y ahora tenemos el propósito de bajar los índices de violencia.

 PDM: ¿Por qué somos violentos contra las mujeres?

 L.P.: Es un tema cultural. Antes de la colonización las mujeres teníamos un rol específico. Los indígenas daban autoridad a sus mujeres porque eran vida. Luego de la colonización todo eso cambió con las costumbres que trajeron. Cambiar esto se debe hacer con procesos sostenibles.

 PDM: ¿Hay diferencia entre libertad y libertinaje?

 L.P.: Las mujeres deben ser concientes de que hay también responsabilidades y obligaciones que debemos cumplir. Una cosa es defender nuestros derechos, pero tampoco buscar exageradamente evadir los deberes.  No somos feministas, pedimos la igualdad de derechos y defendemos los derechos humanos y el norte que tenemos es reducir violencia.  

 PDM: También hay que combatir la violencia contra los hombres

 L.P.:  Claro. Lo que pasa es que el índice es menor. Der cada 1.000 hombres, 20 son agredidos por sus esposas. A mi oficina llegan casos y son atendidos con la misma diligencia.

 PDM: ¿Qué actividades tienen este mes?

L.P.: El 18  de noviembre se hará en Villavicencio el Primer Foro ‘Ciudades seguras para las mujeres’, que busca crear todo un entorno urbano que favorezca el enfoque de género y mejoren la calidad de la vida.  El 25 de noviembre se hará una jornada de actividades para conmemorar el Día Naranja, queremos ver a Villavicencio vestida de naranja para rechazar las agresiones contra ellas.

 


RP
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