Reportan deficiencia en servicios de albergue para indígenas

Comida con exceso de grasa, poco seguimiento en dietas, falta de agua y malos tratos, son las principales quejas de algunos residentes de este albergue.

Personas provenientes de departamentos como Guainía, Vichada, Vaupés y Guaviare, incluyendo población indígena, han elevado quejas sobre el albergue Sukurame, una institución que sirve como alojamiento durante la temporada en que estos reciben atención médica especializada y que tiene dos sedes en Villavicencio.

El 31 de julio, Laura Echavarría, quien fue remitida desde Inírida (Guainía), y sirvió como vocera de alrededor de 40 pacientes, condensó todas las inconformidades hacia este lugar mediante un derecho de petición.

De acuerdo con el documento, una parte del personal de Sukurame ofrece un trato deficiente hacia los enfermos.

“Si bien, hay algunos comprometidos con prestar un servicio basado en la amabilidad, respeto y dignidad, es más el personal que trata a los usuarios de una forma en la que no debería tratarse a nadie. Les hablan fuerte, mandando, no escuchan las peticiones o preguntas que se les hace y no brindan información con amabilidad”, indicó Echavarría en el derecho de petición.

Este señalamiento incluye al conductor del albergue, encargado de trasladar a los pacientes hacia los centros de salud.

“Usa un vocabulario soez de manera frecuente, no atiende a las preguntas que se le hacen, lleva a las pacientes horas antes de que los centros de salud abran; dejándolos afuera y exponiéndolos a la inseguridad de la ciudad. También hay conocimiento de que ha dejado personas durante varias horas esperando a ser recogidas, incluso madres con bebés en brazos”, añadió.

Así mismo, se expone que, por desorden en la parte administrativa y la actitud del conductor, han sucedido casos en los que pacientes, después de largos trámites, pierden las citas médicas programadas.

Entre otras preocupaciones está la alimentación, la cual es descrita como inadecuada y carente de variedad.

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“La mayoría de las personas remitidas por las EPS, estamos en medio de tratamientos y/o algún proceso de recuperación, por lo que la alimentación juega un papel fundamental. Lamentablemente, pese a saber eso, en el albergue la alimentación es en su mayoría harinas y grasas, la proteína y fibra se ven muy poco y en su mayoría, ni siquiera hacer parte de las comidas. El plato que más se repite es el arroz con un huevo y una tajada frita; todo encharcado de aceite”, sostuvo Echavarría en el documento.

Sumado a lo anterior, se denuncia la falta de acceso a agua potable. En el derecho se indica que, en una de las sedes del albergue, no hay agua disponible, mientras que, en la otra, el suministro es escaso y los botellones de agua no se reemplazan con la frecuencia necesaria.

“Al hablar con el personal del albergue, nos dicen que lo que sucede es que en esta casa no hay electrobomba y se depende solamente del suministro de la ciudad. Es preocupante que, sabiendo que en la casa hay seis habitaciones con un promedio de cinco personas por cada una, es decir, con una ocupación casi permanente de 30 usuarios. Esto sin contar los otros dos camarotes que pusieron recientemente en el espacio que era dispuesto como sala; se cuenta solo con tres baños y tres duchas para tanta gente”.

El derecho de petición fue remitido a las secretarías de Salud del Meta, Vichada, Vaupés, Guaviare, Guainía, San José del Guaviare, Inírida, Mitú, Puerto Carreño, Villavicencio. Asimismo, a la Defensoría del Pueblo y Superintendencia Nacional de Salud.

En lo referente a la dependencia del Meta, esta respondió a la denunciante que el caso le compete a la secretaría municipal. Periódico del Meta intentó comunicarse con Janeth Sierra, secretaria de Salud de Villavicencio, pero no fue posible obtener su concepto.

No obstante, el 14 de junio, previo a emitir el derecho de petición,  la Gobernación de Guainía emitió un comunicado en el que respaldó la gestión del albergue, asegurando que: “durante las inspecciones realizadas en las sedes de Barrancominas, Villavicencio y Bogotá, se constató que, al momento de las visitas, los albergues se encontraban en condiciones óptimas para brindar el servicio contratado a los usuarios, el informe detallado de estas visitas fue compartido y expuesto ante los entes de control”.

Por su parte, Natalia Saavedra, del albergue Sukurame, respondió a Periódico del Meta que a cada autoridad se le dio respuesta al derecho de petición. Además, han sido visitados por los contratantes.

Cabe mencionar que, Echavarría afirmó que algunos pacientes que permanecen en el recinto comentaron haber presenciado algunas mejoras desde que se emitió el documento. Entre estas, en la alimentación.