Saya: volviendo arte la vida

- Publicado en Jun 10, 2024
- Sección La Otra Cara, Lo Mas Reciente
Con las ideas a flor de piel, un pincel en la mano y el lienzo en blanco, Alejandra Arias Riaño, de 28 años, nacida en Villavicencio, ha dedicado la mayor parte de su vida al arte.
Por: María Valentina Barahona / Especial Periódico de Meta

Desde que tiene memoria, Saya, como es el nombre artístico de la villavicenses Alejandra Arias, y se identifica en todas sus redes sociales, ha estado rodeada de dibujos, pinturas, colores y todo lo artístico.
“Siempre he estado dibujando, en mis clases, el colegio, desde que pudiera siempre hacía arte en todo lado, después decidí empezar a probar diferentes técnicas, todo de manera empírica, pasé por las acuarelas, los óleos y a medida que iba avanzando me daba cuenta qué era lo que más me gustaba, en un punto ya pintaba paredes, ropa, todo aquello que pudiera intervenir, ahí estaba yo”, explicó Alejandra.
El gusto por la pintura fue creciendo a medida que iba explorando por sí sola, tanto así que un día decidió pintar el cuerpo de una persona y ahí encontró una nueva línea por seguir, empezando a sumergirse en el bodypaint, desde pintar con pinceles sobre la piel hasta llegar a usar sus propias manos, su libertad podía pasar del cuerpo al rostro de la persona, teniendo como objetivo dejar y convertir absolutamente todo en arte. Su inspiración viene de todo lo que observa en el día a día, conecta la creatividad con algo del diario común y lo convierte en una idea para su próxima pintura o fotografía.
Con el pasar de los años Saya ha evolucionado tanto que ni ella lo imaginaba: “fui unos semestres a la universidad y allí cree algunos proyectos como la portada de una revista, desde ese momento sentí que podía ir más allá, aunque en ocasiones me habían preguntado por mi trabajo, este fue el impulso que necesitaba, marcó un antes y un después”.
Lea también: Yindy se supo subir al ring de su vida
Sus padres han estado presentes en todo su aprendizaje, apoyándola de manera activa, por eso, años atrás cuando su padre le regaló su primera cámara, esto le dio la oportunidad de empezar a capturar lo que ya venía haciendo. Alejandra logró ver este regalo como la oportunidad de ir registrando su arte, sus creaciones y así mismo no dejarlas solo en el lienzo, sino poder mostrarlas a todo aquel que se interesara.
Encontrar el color perfecto no es un problema en la artista, y más cuando se trata de un tono muy pastel o colorido ya que si con una técnica no le sale, la combina de tal manera que encuentre ese color que queda bien en el momento, su libertad a la hora de hacer arte es lo que la motiva.
“Aún no tengo una técnica que me identifique, creo yo, pero si sé que me siento muy cómoda con los colores pasteles, me puedo mover libremente en ese espacio incluso pensando en algún momento que no sé cómo logro llegar a eso, es como que todo me fluye”, resalta la artista.
En un comienzo, todo esto era un simple hobbit, sin embargo, para una época navideña del año 2013 Saya dio ese salto de lo que simplemente era un gusto para convertirlo en un negocio.
“Me llevé una sábana, algunos cuadritos que había pintado y en la cera peatonal al frente de viva, me hice para venderlos, ese era mi puesto, allí pasaban muchas personas y les gustaba lo que hacía, tanto de aquí como de otras ciudades, me di cuenta que en un fin de semana podía ver buenos resultados económicos y vi la manera de generar dinero haciendo lo que me gusta”, recuerda Alejandra de manera emotiva.
A la hora de fotografiar, la artista no distingue entre género, sin embargo dice que le resulta más creativo y versátil sus sesiones con las mujeres, tanto que al finalizar cada una de estas, puede sentir en su aura un empoderamiento luego de que ven los resultados, “siento un gratitud luego de las sesiones con mujeres, no lo veo como una simple foto sino la manera en que resalto algo que ellas antes no veían en ellas mismas, y me doy cuenta que eso de cierta manera les genera empoderamiento, noto la diferencia de cómo es su ánimo cuando entran al set y cómo se van con una energía totalmente diferente, muy empoderadas y seguras de lo que son”.
