Acoso sexual a hombres: mal del que no se habla

Algunos hombres de Villavicencio desconocen qué rutas tomar al recibir tocamientos, comentarios indebidos y hasta violencia sexual por parte otros hombres y de mujeres.

“Me bajé del escenario, caminé unos cuantos pasos cuando sentí una mano apretando fuertemente mis glúteos; giré rápido y era una mujer ebria, no supe cómo reaccionar, solo callé y seguí mi camino”, narró Sebastián Martínez, músico de Villavicencio.

“Era un sacerdote de la universidad en la que estudié, empezó a entablar una amistad conmigo, me invitó a su casa y allí cambió su forma de hablarme, me decía cosas incómodas, se me acercaba y me pedía que lo abrazara y que le diera besos en sus mejillas, intentó darme un beso en la boca. Quedé en shock y no supe que hacer”, relató Oscar Ramos, fotógrafo villavicense.

“Un hombre me escribía por Facebook, llegaban mensajes y llamadas a toda hora. Me pedía fotos, me enviaba fotos suyas preguntándome si estaría con él”, contó Miguel Ariza, profesional en mercadeo.

A pesar de ser una problemática que histórica y estadísticamente afecta más a las mujeres, los hombres en la capital metense no están exentos de ser víctimas de acoso sexual y violencia intrafamiliar. Sin embargo, ellos tampoco saben cómo reaccionar ni a dónde acudir al verse inmersos en ello. 

Un ejemplo de esto es el caso de Ramos, quien manifestó no saber qué hacer tras ser acosado: “No denuncié, no hice nada. En ese momento no era estudiante activo de la U, así que creí que no me darían importancia”. 

Ante este panorama, Periódico del Meta consultó aleatoriamente a 12 hombres de Villavicencio, preguntándoles “¿cómo reaccionaría si una mujer u hombre toca sus partes íntimas sin su consentimiento?”: seis de ellos respondieron no saber qué hacer, tres dijeron que se alejarían o insultarían a la agresora, y los tres restantes indicaron que buscarían la ayuda de alguien. 

Asimismo, se les preguntó: “¿sabe a dónde acudir en caso de ser víctima de cualquier tipo de violencia por parte de su pareja?” a lo que cinco hombres entre dudas indicaron que buscarían a la policía, otros cinco expresaron no saber a dónde acudir, y dos se refirieron a la Comisaría de Familia.

En cuestión de denuncias y reportes a las instituciones, también se evidencia la huella de la violencia en el género masculino. Viviana Palacios, quien hasta diciembre pasado fue secretaria de la Mujer de Villavicencio, informó que aproximadamente el 17% de las llamadas recibidas en la Línea Violeta son hechas por hombres para consultar situaciones de violencia. 

“Históricamente la ruta ha sido diseñada más para mujeres porque efectivamente son las que más sufren la violencia, pero la misma ruta que existe para ellas también está para los hombres”, señaló Palacios.

Asimismo, de acuerdo con estadísticas del boletín epidemiológico correspondiente al período 10 con corte al 31 de octubre del 2023, en lo que compete a la violencia intrafamiliar se han registrado 1.076 casos de los cuales el 24% corresponde al género masculino.  

Periódico del Meta consultó a Flora Rodríguez, coordinadora del Centro Rosarista de Diversidad, Equidad e Inclusión de la Universidad del Rosario, quien explicó los posibles factores detrás del desconocimiento de rutas a seguir y la confusión sentida por parte de los hombres al momento de ser víctimas de acoso y violencia.

Según la profesional, el que estos casos les ocurran más a las mujeres, recae en que los hombres sientan una extrañeza al pensar o verse en medio del acoso sexual. 

“Cuando los hombres experimentan acoso sexual, muchas veces ese acoso proviene de otros hombres o mujeres en una posición de autoridad, aunque son situaciones poco recurrentes. En la medida en que ni socialmente se espera que alguien los acose a ellos, ni en su experiencia cotidiana suelen ser acosados, yo creo que los desconcierta. No saben si acudir a la policía o ante algún tipo de autoridad”, explicó.  

Finalmente, Rodríguez hace énfasis en cómo desde las instituciones se debe expandir la información de rutas de atención para que el género masculino también esté al tanto de hacer el llamado de alerta. 

“Es fundamental que en todo lo que tiene que ver con la equidad de género en la sociedad, algo clave es que las instituciones no asuman que las violencias basadas en género solo son sinónimo de mujeres. Es cierto que la mayor parte de las violencias basadas en género se dirigen a las mujeres, pero yo creo que las instituciones deben empezarle a hablar no solamente a las mujeres que vemos comerciales de líneas de atención, sino buscar darle un lugar más activo a los hombres en la construcción de una sociedad que sea cada vez más equitativa en términos de género”. 

Finalmente, la coordinadora enfatiza en el rol de las masculinidades culturalmente, refiriéndose a que hay hombres que no saben gestionar estos casos e incluso podrían ocultar este tipo de violencia. 

“Muchas veces se pueden ver comentarios jocosos y sexistas en donde se burlan de la masculinidad de quienes pueden ser víctimas de algún tipo de violencia por parte de mujeres”, puntualizó.