jueves, 3 de octubre de 2024
Particulares Pico y placa Jueves 5 y 6

‘A veces El Retorno, Guaviare, es tan contaminado como México D.F.’ – Investigador en contaminación del aire


‘A veces El Retorno, Guaviare, es tan contaminado como México D.F.’ - Investigador en contaminación del aire 1
RP
Redacción PDM

COMPARTE

Luis Antonio Ladino Moreno, una de las más personas que sabe de estuvo de contaminación del aire y la interacción de las nubes.

Un científico villavicense, doctor en Ciencias, mediante un estudio de la atmósfera pudo medir la contaminación de la Amazonia y revela, entre otras, que el aire de Villavicencio no es tan puro como se creía.

Por Jhon Moreno

Su padre es de Acacías y su mamá de Villavicencio. Sus primeras letras las aprendió en la escuela John F. Kennedy, donde cursó la primaria. Posteriormente, hizo el bachillerato en el Colegio Cofrem, de donde salió para estudiar Química en la Universidad del Valle.

Luis Antonio Ladino Moreno (L.L.) es otro de esos genios llaneros que se han fugado del país y hoy presta sus servicios al Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Tiene un doctorado en Ciencias y, a propósito de la COP 16 que empieza el 21 de octubre, y el cambio climático, Periódico del Meta (PDM) lo consultó sobre un reciente estudio que desarrolló en la Amazonía.

PDM: ¿Usted se creció en Villavicencio?

L.L.: Sí, efectivamente, nací en Villavicencio. Realicé todos mis estudios hasta el bachillerato en Villavicencio, donde viví hasta los 17 años. Después, tuve que salir para continuar mis estudios, primero en Cali y luego en el exterior.

PDM: ¿Cómo vivió esa infancia temprana en Villavicencio?

L.L.: Realmente muy agradable; Villavicencio ha crecido y ha cambiado mucho. En ese entonces, cuando yo estaba en esa infancia temprana, era una ciudad mucho más pequeña, mucho más tranquila, quizá no tan caótica. Un poco más rural y eso me gustaba mucho. Ahora que vivo desde hace tiempo en una ciudad como México D.F., con 21 millones de habitantes, me hace extrañar realmente a esa Villavicencio de ochentas y noventas

PDM: ¿Y alcanzó a vivir esa llaneridad?

L.L.: En la escuela yo sabía bailar joropo, sabía bailar cumbia. Siempre también las vacaciones era ir a una finca, estar allá con los animales, con el ganado, con los caballos, en los ríos, pescando. Toda esa parte lo hace a uno muy llanero, entonces, yo realmente tuve la fortuna de que si bien no viví, disfruté muchísimo estar llano adentro.

Lea; ‘Vamos a aumentar mucho la biometría facial’: registrador Nacional

PDM: ¿Ha regresado a Villavicencio?

L.L.: Trato de ir al menos una vez al año a ver a mi familia, a comer las cosas que extraño, a vivir allí un poco, pues, de lo que una extraña que es la tierrita, al menos estar allí y compartir.

PDM: ¿Qué hace en Ciudad de México?

L.L.: Yo aquí trabajo como investigador titular. Somos los que trabajamos en institutos o centros de investigación, y nuestro objetivo es hacer ciencia, desarrollar proyectos de investigación y en nuestro caso, supervisar. Mis áreas de acción en el trabajo son dos principales: una que es más sobre la calidad del aire o contaminación del aire. Y la segunda, que es más sobre la interacción a las nubes.

PDM: ¿El trabajo que hizo usted sobre la Amazonía colombiana gira en torno a eso?

L.L.: Sí, muchísimo, porque yo como llanero y como nacido en Villavicencio, siempre tenía la duda de saber qué tan bueno, qué tan mala era la calidad del aire de Villavicencio. Entonces, por fortuna, Cormacarena había instalado unos sensores para monitorear la calidad del aire, pero nadie los había analizado, me los compartieron. Y por primera vez realizamos un estudio de la calidad del aire en Villavicencio, encontrando que en la época secas calientes, entre febrero y abril era muy mala la calidad del aire. Entonces yo decía, pero ¿por qué?, si Villavicencio no tiene una fuerte industria. Una vez después de haber encontrado que los niveles de contaminación del aire en Villavicencio eran altos en esa época del año hicimos un análisis y encontramos que eran los incendios que se generaban en las llanuras venezolanas y en los llanos colombianos, en Arauca, en Casanare, y como hay unos vientos que soplan hacia Villavicencio, toda esa contaminación iba arrastrada hacia el Meta.

PDM: Hace unas semanas se burlaron del presidente Gustavo Petro porque habló de los “ríos aéreos” que transportaban agua. En este caso, científicamente, si es fácil comprobarlo.

Totalmente. Eso es un término científico que existe, eso no es una invención ni el presidente ni de alguien. Eso ya lleva muchas décadas que se ha venido trabajando en eso, los ríos voladores. Le llamamos en inglés Atmospheric Rivers o ríos atmosféricos y realmente son como medio invisibles, no es que uno lo vea, porque las nubes se mueven, una nube y la nube sí se está moviendo, porque nuestro planeta está en continuo movimiento, es continua rotación. Entonces, las nubes son nubes que se mueven y son visibles, porque las nubes ya es el vapor de agua condensado, condensado en gotas de liquidas o cristales de hielo, por eso uno los puede ver, pero hay vapor de agua que está ya en la atmósfera, que es invisible, y nuestros ojos no lo pueden ver. Entonces esos ríos voladores realmente hablan de este vapor de agua que sale del Amazonas y que es transportado hacia Colombia.etcétera.

PDM: Ahora que viene la COP 16 ¿Qué espera usted que salga de esa reunión?

L.L: Claramente estamos en una crisis climática donde los eventos hidroclimatológicos son extremos; hay sequías, más extremas, hay inundaciones más extremas, hay huracanes quizás más intensos, entre otras cosas. Todas estas cosas que nos impactan, quizá el bolsillo porque destruye casas o porque afecta a la salud, también afecta de una u otra manera a la

flora y la fauna, toda la biodiversidad. Y Colombia un país tan biodiverso, megadiverso, realmente biodiverso, a una escala gigante, claramente, ahí nos falta hacer mucho trabajo, porque realmente podemos estar viendo la extinción de muchas especies por cambios pequeñitos porque uno diría bueno, pero pues si antes hacía no sé 32 grados centígrados en Villavicencio, pues sí hace 33.

PDM: ¿Cuál es el aporte de su estudio que termina usted hacer sobre la Amazonía?

L.L: Bueno, realmente este proyecto es un proyecto piloto. Es un primer ejercicio que hacemos entre cuatro instituciones, pero la idea es que Colombia tenga su propia infraestructura. Entonces, la idea de nosotros es que, ojalá a través del Sinchi, se construya una estación permanente de monitoreo atmosférico, porque lo que nosotros hicimos, fuimos tres semanas con equipos mexicanos, los llevamos, medimos y nos toca devolverlos porque son equipos de este país. La idea es que Colombia tenga su propia estación de monitoreo para poder entender cómo es que están cambiando todo lo que ocurre allí en el Amazonas. Entonces necesitamos hacer esfuerzos para entender qué es lo que está pasando allí, cómo las quemas o los incendios forestales están afectando este lugar, que debería ser un lugar libre de contaminación. Lo que nosotros encontramos es que los niveles de contaminación en ese lugar tan remoto, en El Trueno Guaviare, que está muy cerca del Retorno Guaviare, los niveles de contaminación en esa época son tan altos como los que experimentamos aquí en Ciudad de México.

PDM: Eso es impresionante…

L.L.: Claro, una ciudad que tiene 21 millones de habitantes, con toda una industria, con 6 millones de carros, ¿cómo es posible que en un lugar tan remoto como es El Retorno tenga niveles de contaminación comparables a los de Ciudad de México. Entonces, no es contaminación local, es contaminación que viene de afuera, como te acaba de decir, desde Venezuela y desde las llanuras colombianas llegan a este lugar y no solo afectan a los 50.000 habitantes de San José de Guaviare a las tribus indígenas, sino que afecta a toda la flora y la fauna.

PDM: ¿Ustedes exactamente dónde pararon o dónde ubicaron esos monitores que trajeron de México?

L.L.: El Sinchi tiene una estación experimental en El Trueno Guaviare, que está muy cerca al retorno Guaviare. Entonces, ahí es donde colocamos todos los equipos en la estación experimental, el Trueno, que pertenece al Sinchi.


RP
Redacción PDM

Periódico del Meta realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular.


Entérese de toda la información


Conéctese a nuestras redes sociales