jueves, 3 de octubre de 2024
Particulares Pico y placa Jueves 5 y 6

Adiós al caucho de La Grama | Opinión


Adiós al caucho de La Grama | Opinión 1
Juan Carlos Guardela

COMPARTE

Hace unos días Villavicencio despidió a un testigo centenario de los cambios, las alegrías y las tristezas de la comunidad. El caucho de La Grama fue talado sin argumento científico. En un comunicado las autoridades ambientales dijeron que se trató de una “muerte descendente”, y que no había nada que hacer. Esto fue negado por los ambientalistas quienes, por cierto, actuaron de forma tardía.

Era como un grito de vaquería hecho árbol, un tañido llanero hecho ramaje.

En ciudades con vigilancia ambiental se evita la tala inmisericorde de árboles viejos porque más allá de las funciones dentro del ecosistema los árboles son guardianes de la memoria colectiva, permanecen cuando las generaciones pasan, absorben en su corteza las historias de quienes han vivido a su sombra. Hoy la ciencia habla de la conciencia de los árboles, no en un sentido humano, sino en una forma profunda y simbólica.

¿Cuántos besos se dieron bajo su sombra? ¿Cuántos nidos acogió? ¿Cuánta brisa mimó? Nada de esto conmueve a quienes, en su altura de miras, consideran que deben privilegiar el desarrollo urbano y ven a los árboles como obstáculos, no como aliados.

Lea: El falso estoicismo | Opinión

Su tala es indicio de la instrumentalización de la belleza para reducirla a un valor utilitario. Fue talado al no ser “conveniente”. No es solo una pérdida ecológica es una pérdida cultural, espiritual y estética.

Son incapaces de ver en un árbol antiguo un símbolo de lo duradero y lo auténtico, que resiste en un mundo cada vez más efímero y pragmático. Su muerte es la desaparición de un refugio para el alma, un recordatorio de que, al destruir lo bello, empobrecemos nuestra propia existencia.

Este caucho representaba una forma de belleza que resistía el paso del tiempo, una belleza que no podía ser consumida o transformada en un producto.

Derribarlo denunció escasez de pensamiento profundo y una impresionante incapacidad de valorar lo bello en su sentido más pleno. Ojalá y esa superficialidad no permee otras decisiones que toman quienes nos administran.


Juan Carlos Guardela

Periódico del Meta realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular.


Entérese de toda la información


Conéctese a nuestras redes sociales