Biblioteca para la reconciliación

Por Laura Valentina Mejía /Especial Periódico del Meta

El proyecto ‘Modelo de Fortalecimiento Comunitario’, que venía desarrollando la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) desde septiembre del año pasado en La Macarena, permitió que, durante varias reuniones con la comunidad y personas en proceso de reincorporación, se tomara la decisión de invertir en la construcción de una biblioteca para la vereda Playa Rica.

“Primero se realizó un estudio con la comunidad sobre las necesidades que se tenían allí. Después de cuatro talleres se llegó a la conclusión de que lo más oportuno sería la construcción de una biblioteca”, comenta Yudy Paola Enciso, la bibliotecaria.

De manera conjunta se dio inicio al proceso, a la definición, planeación y construcción de esta iniciativa comunitaria ‘Todos unidos por la paz y la reconciliación de la región, biblioteca Playa Rica’.

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“Se trabajó entre el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) y la comunidad de Playa Rica en la construcción de este proyecto, con la convicción de que beneficiará la parte educativa y cultural de la zona”, dice Alexander Díaz Patiño, persona en proceso de reincorporación e integrante del ETCR-Urías Rondón.

La biblioteca comunitaria fue una iniciativa que surgió de los habitantes de la vereda Playa Rica, con el fin de fortalecer la convivencia pacífica y la reconciliación entre las personas en proceso de reincorporación del ETCR-Urias Rondón y la comunidad.

Además, este proyecto busca generar espacios de conocimientos para las niñas, niños y adolescentes de la zona. Se espera que un resultado del proceso sea el fortalecimiento de entornos protectores para este grupo de población, siendo la biblioteca un sitio donde se puedan desarrollar actividades de ocio y cultura para los demás habitantes.

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“Me siento muy contento y motivado por la construcción de la nueva biblioteca, fue un trabajo que se realizó con el esfuerzo y la unión de los excombatientes para que los niños tengan un lugar digno para compartir, leer y aprender”, expresa Julián Cifuentes, habitante y líder de la comunidad Playa Rica.

Son aproximadamente 600 niños los que se venían beneficiando de actividades diarias en la caseta comunal que tenían adaptada como biblioteca. Sin embargo, era un sitio en malas condiciones, “era un lugar prestado y estábamos expuestos constantemente al polvo y a la humedad, no era muy seguro”, explica la bibliotecaria.

Ahora, con la construcción de la nueva biblioteca, podrán disfrutar de un espacio mucho más cómodo y seguro, donde se sigan llevando a cabo actividades como, la promoción de lectura, manualidades, charlas de conservación del medio ambiente cine foro y extensión bibliotecaria, desplazándose a diferentes veredas a trabajar con comunidades, con el cabildo indígena y excombatientes.

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