Café, con aroma de Venezuela

Otra de sus pasiones es fotografiar paisajes y plasmar sus sentimiento en un diario.

Por Catalina Gallego

Entre aromas y catas de café, Gisselle Andrade puso a marchar su vida en torno a esta bebida que la traslada a su infancia la cual recuerda con personas y lugares que están a miles de kilómetros de lo que hoy es su casa.

Luego de migrar de Venezuela, vivir en Medellín y en La Paz (Bolivia) Gisselle optó con toda seguridad radicarse en Villavicencio, una ciudad que le ha abierto las puertas y que le ha dado la mano para continuar con su profesión como barista y finalizar sus estudios de ingeniería agroindustrial en la Unimeta.

“Toda mi carrera he sido becada, la universidad y los profesores me han apoyado mucho. El café lo he relacionado con todas mis materias, porque esta bebida no solamente está presente en mi taza, sino en mi carrera también”, expresó la barista.

Aunque trabaja como barista y enlaza este producto con sus materias en la universidad, esto no ha sido suficiente. Con la necesidad de llevar su café a cualquier lugar, Gisselle encontró la oportunidad de crear su emprendimiento llamado ‘Coffee Uva’, en honor de su abuela Uvaldina.

“Todo empezó a través de una necesidad. Yo sabía preparar el café pero no tenía cómo llevar mi café para todos lados, así que empecé a indagar y encontré un proveedor que me ofreció un producto que me servía para transportarlo y conservarlo calientico”, contó Gisselle.

Le puede interesar: Gina, con un corazón ‘plus size’

Su amor por el café surgió en el 2018 cuando residía en Bolivia, en un momento de nostalgia, un momento en el que llegaban recuerdos de su niñez en aquella finca de Venezuela cuando compartía con sus tíos, primos y abuelos.

“Hice clic con el café cuando yo estaba en Bolivia, muy lejos de mi familia y el olor me transportó a la finca en Mérida (Venezuela) con mi familia, al olor a vaca, a caballo, a humo de la cocina. Solo pensaba que con el café podía traer ese recuerdo que me hace feliz”, manifestó.

Desde ese entonces, y con apoyo de sus padres y sus amigos, pudo certificarse como barista; es por esta razón tiene el poder de identificar un café de calidad, de encontrar miles de sensaciones en esta bebida y por supuesto, de mostrarle y enseñarle al mundo la infinidad de diferencias que puede tener cada semilla.

“Mi papá siempre ha estado en este proceso, yo le hablo del café, él ha estado cuando he tenido éxito y preparando la bebida. Mi papá ha sido un apoyo muy grande en mi vida”, expresó.

“El café me ha llevado a sitios increíbles. Gracias al café he conocido personas increíbles y he conservado amistades muy valiosas. Desde que hice clic con esta bebida he sido muy feliz. Yo lo llamo ‘mi compañero’ o ‘mi caballero’.

Su mayor sueño es iniciar un centro de investigación en alianza con la Federación de Café, esto con el fin de estudiar todo el café que se produce en el departamento del Meta y realizar aportes científicos.

Su mayor pasión es tomar fotografías y escribir; en sus objetos personales no puede faltar un lapicero y una agenda, allí es donde plasma sus sentimientos de felicidad, enojo, agradecimientos y tristezas, un papel que funciona como terapia para desahogarse y seguir adelante.

“Soy una fotógrafa apasionada, me encanta fotografiar los países, los amaneceres y atardeceres. En mis tiempos de filosofía, escribo, soy una escritora en silencio, son cosas muy personales y ahí las plasmo”.

Gisselle se describe como una persona apasionada, dedicada, disciplinada y familiar, pues aunque su padre y hermanos se encuentren en otra ciudad de Colombia, y su mamá y sus hermanitas permanezcan en Venezuela, mantiene contacto con ellos y agradece diariamente por todo.

Entérese de toda la información a través del Fan Page de Periódico del Meta