Distracción digital, el debate de los celulares en aulas
- Publicado en May 24, 2024
- Sección Región, Lo Mas Reciente
Este fenómeno ha impactado negativamente el rendimiento académico y el bienestar emocional de los estudiantes.
Por Luissa Fernanda Pérez
Daniela tiene 12 años, cursa sexto grado y sus padres le regalaron un celular en Navidad. Sus padres creyeron que sus buenas calificaciones la hacían merecedora de ese premio que ansiaba tener porque sus compañeros también lo poseen.
Con el paso del tiempo, Daniela encontró en las redes sociales una razón para distraerse de sus quehaceres rutinarios. Desmedidamente, la menor fue perdiendo el control de sus responsabilidades. Su rendimiento escolar bajó, su estado de ánimo cambió y su círculo social y familiar se estaba perdiendo.
Recientemente, la Unión de Colegios Internacionales de Bogotá (Uncoli), tomó la decisión de restringir el uso de dispositivos móviles en 27 instituciones afiliados a esa asociación.
“Creemos firmemente en la importancia de ofrecer a nuestros estudiantes un descanso de los dispositivos digitales, proporcionándoles la oportunidad de vivir al menos 8 horas al día libres de las influencias negativas de estos aparatos“, expresó el comunicado de Unicol.
Nuevamente, el debate resonó en el sector educativo puesto que los efectos de estos dispositivos sin supervisión son perjudiciales para los menores, según estudios médicos.
“Lo que sucede es que, en los entornos escolares, los chicos no les dan un buen uso a los dispositivos electrónicos. Generalmente, los usan como distractores, para permanecer conectados a través de mensajes o sabotear una clase. Además, estos alteran los niveles de concentración y atención que no van a permitir un adecuado aprendizaje escolar”, expresa Yazmín Cárdenas, psicóloga escolar.
Agrega que el uso excesivo de estos aparatos podría provocar adicciones que no benefician a niños, niñas y adolescentes. “Por ejemplo, en los chicos que los usan para jugar hasta altas horas de la noche provoca cansancio durante la jornada escolar que los lleva a incumplir con sus obligaciones académicas”.
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La profesional asegura que estos dispositivos han generado un mayor nivel de agresividad, ya que los jóvenes tienden a jugar videojuegos en celulares con gráficos que los llevan a situaciones sexuales o agresivas que no son propias de su edad. “Como la corteza prefrontal de ellos no ha madurado lo suficiente en la etapa escolar, pues no toman las precauciones necesarias, lo que los lleva a tomar malas decisiones”.
Cristhian Luján, docente de un colegio privado y uno público, reconoce que los teléfonos móviles y las tabletas pueden ser distractores significativos, especialmente entre los estudiantes más jóvenes, quienes tienden a utilizarlos principalmente para redes sociales en lugar de actividades educativas. Además, destaca la preocupación por el uso de inteligencia artificial para completar tareas escolares, lo que limita el desarrollo de habilidades de interpretación y análisis entre los estudiantes. Propone que, con una capacitación adecuada tanto para docentes como para estudiantes, la inteligencia artificial podría utilizarse para tareas básicas, mientras que los estudiantes se centran en procesos educativos más avanzados.
“Nos estamos encontrando con casos en los que al dejarles ensayos o exposiciones recurren a las inteligencias artificiales que lo hacen todo. El trabajo está quedando meramente en darle la instrucción a la IA para que les haga el trabajo y ellos lo transcriben a un cuaderno y no hacen el ejercicio de interpretar o contrastar; las inteligencias artificiales también se equivocan y los chicos replican esos errores, entonces por ese lado se trunca el proceso educativo”.
En su experiencia como docente en colegios públicos, Luján observa que la falta de recursos y capacitación en tecnología crea desafíos adicionales en la integración efectiva de dispositivos electrónicos en el aula. En estas instituciones, donde la conectividad y los equipos son escasos, los estudiantes tienden a utilizar los dispositivos electrónicos principalmente para entretenimiento. Reconoce la necesidad de una mayor inversión y capacitación para transformar los dispositivos electrónicos en herramientas educativas efectivas en entornos con recursos limitados.
Francisney Díaz, secretaria de Educación del Meta, dijo que el uso del celular es todavía objeto de reglamentación a partir de la expedición de la Ley 2170 de 2021, en la cual se describe que el uso de las herramientas tecnológicas, dispositivos móviles y similares es una responsabilidad compartida.
En los establecimientos educativos oficiales, en algunos se acuerda con los padres de familia al inicio del año lectivo, que se registra casi siempre en un consentimiento, para dar un uso racional y adecuado. Generalmente se permite el uso cuando el padre de familia manifiesta la necesidad y se tiene un protocolo para eso; en otras instituciones se autoriza el uso al descanso y también a veces se usa para apoyar talleres y actividades de aula”, explicó la funcionaria.
La gobernadora del Meta, Rafaela Cortés dijo a Periódico del Meta que si la normatividad se lo permite, impulsaría una iniciativa para impedir que los estudiantes tengan celulares en las aulas de clase.
“Los que nos criamos sin internet, sin celular, sin nada, que había un teléfono inclusive en todo el pueblo, no nos pasó nada. Se ha demostrado que el internet, así como trae muchas cosas buenas, también trae cosas malas”.
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