Editorial || El ‘recorderis’

Como Villavicencio sigue siendo una ciudad de tránsito para muchos, donde miles de personas vienen y van de paso, trabajan por algunos meses o años y luego buscan nuevos rumbos, es necesario que recordemos la historia reciente de la capital del Meta, con el fin de conocer mejor de dónde venimos.

Franklin Germán Chaparro es un exalcalde que desató una crisis institucional sin precedentes en la administración de Villavicencio, ya que sus actuaciones provocaron durante el periodo de gobierno que le correspondía, entre los años 2004 y 2007, una absoluta falta de confianza en los gobernantes. 

Chaparro fue condenado por los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravado por el crimen de su predecesor, Omar López Robayo, quien fue alcalde de Villavicencio entre el 2001 y el 2003. Paradójicamente, ‘El Mono’, como todavía lo conocen en los círculos sociales, no salió de la alcaldía por el asesinato de su mentor político, sino por corrupto. 

Aunque desde el 2005 no estaba en el cargo, el 9 de febrero de 2006 la Procuraduría lo destituyó por no vigilar el proceso de contratación que realizó la Secretaría de Salud municipal con las Administradoras del Régimen Subsidiado. 

Las investigaciones fueron mostrando la manera en que Franklin Germán se unió con grupos paramilitares del Meta para enriquecerse y financiar los grupos ilegales.   

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La crisis institucional hizo que en los tres años restantes del periodo administrativo, Villavicencio registrara hasta 15 diferentes cambios de alcalde. Por aquella época hubo mandatarios que duraron apenas 3 días en el cargo, debido a la inestabilidad jurídica que creó el vacío en la Alcaldía.

Todo esto para decir que cuando la investigación periodística de Noticias Caracol reveló que fue este personaje quien colaboró para que Juan Fernando Petro ingresara a la cárcel La Picota para hablar con Iván Moreno y Periódico del Meta recordó de quién se trataba, muchos reaccionaron en contra.

Es claro que hoy nadie quiera relacionarse con ‘El Mono’ o con Iván Moreno, quienes fueron cada uno en sus ciudades referentes de cómo el poder se usa para pasar por encima de la democracia y de las instituciones. 

Así como Gustavo Petro distanció de su campaña a la senadora electa Piedad Córdoba, debido a sus problemas judiciales que la vinculan con “negociación de secuestrados”, todas las demás campañas políticas deben estar atentos de quienes buscan contactos oscuros para ganar la presidencia.  

En esas visitas no todos buscan votos, pero sí dinero, porque de caletas, los corruptos han demostrado que saben mucho. 

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