Eduardo Carranza regresó a la tierra que lo vio nacer
- Publicado en Nov 25, 2023
- Sección Región
Por: Karol Villalobos
Como una confabulación del destino, una serie de sucesos debieron transcurrir, para que, por fin, el maestro Eduardo Carranza retornara a la tierra que lo vio nacer.
‘‘Estaba enterrado en Sopó, una tumba muy bonita con un epitafio de un poema de él. Sopó lo honró, pero no lo quiso, abandonó la tumba y estaba descuidada, eso salió en Periódico del Meta y entonces el gobernador muy gentilmente dijo: si no lo quieren en Sopó, yo sí lo quiero en Villavicencio’’, afirmó Juan Carranza, el último y el menor de los hijos del maestro nacido en Apiay.
38 años transcurrieron desde su fallecimiento en Bogotá, ahora, desde el pasado miércoles 22 de noviembre, sus restos mortales hacen parte de un monumento que exalta la vida y obra de uno de los más grandes literatos que tuvo Colombia, a un lado del Salón Flor Amarillo de la Gobernación del Meta, en Villavicencio.
Era ‘‘un tipo que vivía en poesía, con los pies en el suelo, pero todo lo que él hacía, lo hacía en poesía’’, exclamó con orgullo Juan, horas antes de la develación de la estatua.
‘‘Te llamarás silencio en adelante.
Y el sitio que ocupabas en el aire
se llamará melancolía.
Escribiré en el vino rojo un nombre:
el tu nombre que estuvo junto a mi alma
sonriendo entre violetas’’. Fragmento del poema ‘Es melancolía’.
Y entre copas de vino, al caer la sábana blanca que cubría la estructura en su honor, como un momento idílico, los asistentes celebraron este homenaje, en donde ahora no solo el nombre de su esposa, Rosita Coronado, sino también sus cenizas lo acompañarán por la eternidad.
Lea también: El último hijo de Eduardo Carranza quiere que el poeta regrese al Llano
El monumento se inspiró en una de las fotografías que más atesora su familia, en donde se observa a Carranza con la mano levantada, en las escaleras de la entrada de la Biblioteca Nacional de Colombia, donde fue director. La obra fue realizada por el artista Marlio Ninco Medina, quien admitió que fue un reto, ya que quería retratarlo como lo recordaba la gente, pero al mismo tiempo, con un aspecto juvenil.
El proyecto fue gestionado por la Gobernación del Meta y el Instituto Departamental de Cultura en el marco de los 110 años del natalicio del escritor.
Exhumación
Su hijo comentó que el hecho de sacar sus restos del cementerio de Sopó fue un proceso “macabro” pues ‘‘después de 38 años lo único que estaba intacto eran las coronas de icopor; no había ni cajón; no encontramos el cráneo, nada, no encontramos nada, lo único que no se descompuso fue el icopor’’.
¿Qué hay del legado del maestro?
‘‘Él crio muchas generaciones; a él varias veces se le acercaban en los pueblos y le decían: maestro, las cosas bellas de la vida usted me las enseñó’’, comentó Juan, en el acto de develación de la escultura.
‘‘Nadie podrá quitarme un beso, una mirada.
Ni aún la muerte podrá borrar este perfume.
Voy cubierto de sueños, y esta fosforescencia
que veis es el recuerdo del mar de los dormidos’’.
Verso del poema ‘El olvidado’.
Por otra parte, también admite que es un reto para las nuevas generaciones que conozcan su patrimonio y su historia. ‘‘Lo que pasa es que la educación colombiana es un desastre, miren, el presidente humanista que tuvimos, Belisario Betancur, que yo quise mucho, fue el que quitó la cátedra de historia del pénsum de bachillerato, entonces los muchachos de hoy no tienen ni idea de nada, no saben quién fue Bolívar, ni Santander. A mí me da cierto pudor, antes me preguntaban, ¿usted qué es del maestro? Ahora me preguntan ¿usted qué es de Víctor Carranza?’’.
Periódico del Meta realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular.