El correcto desecho de pilas y baterías protege la salud

En Villavicencio existen rutas de recolección y puntos habilitados para la copilación de residuos posconsumo, de pilas, baterías y computadores que pueden ser aprovechados y minimizan el impacto ambiental.

Por Michaly Pinzón | 

Los componentes con los que son fabricados estos elementos provocan daños de salud y grandes daños ambientales, motivo por el cual se debe separar estos objetos de las basuras.

Plomo, mercurio y níquel, son algunos los principales materiales con los que están fabricados las pilas y baterías, denominado como metales pesados, que degradan el medio ambiente y perjudican la salud por su alto peso molecular y difícil biodegradación natural.

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Se calcula que, en Villavicencio  el año pasado se recolectaron 7 toneladas de estos materiales, y lo que lleva de corrido este año 2021 , en su primera jornada de recolección en el mes de mayo, se logró reunir 1,5 toneladas de estos residuos posconsumo, con el apoyo de 14 empresas aliadas, como lo son Lúmina, Recopila, RLG y Coéxito, según lo manifestó Alejandra Mora, encargada de este tema de recolección en Cormacarena, entidad que administra y gestiona todo lo que está relacionado con los recursos naturales renovables y el medio ambiente en el Departamento del Meta.

Es muy importante el trato que se le da a estos objetos luego de su uso, lo correcto es desecharlos en los puntos habilitados para su recolección, así no hay riego de que vayan a parar a fuentes de agua y contaminen el ecosistema.

En Villavicencio hay puntos fijos de recolección dispuestos en la Gobernación del Meta y para personas u organizaciones también se hacen rutas de recolección, servicio puerta a puerta para facilitarle a la comunidad la entrega de estos desechos.

Hay que tener presente que existen varios tipos de pilas y baterías, las más comunes son las pilas de botón, particularmente usadas en relojes de mano, las pilas de petaca o cilíndricas que tienen mucho más uso pero que su contenido es de metales pesados es menor, y por último están las pilas recargables de los celulares, que, aunque se puedan utilizar por un tiempo más prolongado que las otras pilas, no deja de ser contaminante por su nivel de níquel y cadmio.

Se tiene la concepción de que las pilas no recargables como las cilíndricas se les puede aumentar su periodo de vida metiéndolas al refrigerador o dejándolas por un largo periodo de tiempo a la luz solar, pero esta acción no va recargar la pila solo va ocasionar que se deteriore y comience a derramar sus componentes, contaminando y dañando el entorno donde se encuentre.

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Tampoco es recomendable cargarlas en los bolsillos, pues su fricción puede sobrecargarla o hacer que sus componentes de derramen.

Lo más adecuado es separar las pilas que ya no se van a utilizar en un envase no metálico, alejado del alcance de los niños y mascotas para prevenir futuros accidente.

Es vital no almacenarlas por mucho tiempo, sino llevarlas a los puntos de recolección autorizados. Ser conscientes de la responsabilidad que se asume al adquirir estos productos, evitando botarlos en zonas verdes, por el drenaje, en la calle, previene la contaminación en el entono y agravios de salud por su capacidad tóxica y corrosiva.

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