Quieren darle una vuelta de ‘campanilla’ al coleo

Por Sebastián Mojica /Especial para Periódico del Meta

Para los defensores del coleo, terminar de un tajo con esta manifestación, significaría atacar directamente las raíces llaneras que ven esta actividad, como un distintivo internacional de la región.

“Impulsaremos la prohibición de todo tipo de espectáculos que involucren prácticas de maltrato animal”.

Esta fue una de las propuestas claras del hoy Presidente electo, Gustavo Petro, durante su campaña, y según la cual priorizará en su Plan de Gobierno, terminar las actividades o eventos que involucren animales como coleo, corridas de toro y galleras, entre otros eventos.

Y el reciente suceso que ocurrió en El Espinal (Tolima), donde murieron al menos 5 personas cuando toda una tribuna de una plaza de toros improvisada se vino al piso, aceleró la intención de acabar con esos espectáculos.

“Le solicito a las alcaldías (sic) no autorizar más espectáculos con la muerte de personas o animales”, trinó el jefe de Estado electo aquel día al saber la tragedia, dando a entender lo que podría ser ya una orden desde el Ejecutivo una vez se posesione el 7 de agosto.

Aunque este panorama, hace que algunos empiezan a preguntarse si el coleo tendrá un futuro incierto como manifestación cultural, al mismo nivel que la tauromaquia, hay que recordar que el primero es reconocido como deporte desde hace 22 años y patrimonio cultural llanero desde el 2018.

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Francisco Pérez, presidente de la Federación Colombiana de Coleo, manifestó que se están estudiando alternativas estudiadas para llegar a un consenso con el nuevo gobierno y evitar que se tomen decisiones radicales.

“Primero tenemos que conocer la historia y saber que la Ley 1907 nos reconoce como deporte y expresión autóctona de la cultura llanera. También dar a entender que nuestro deber es velar por el cuidado del deportista y los animales, no buscamos matarlos, todo es bajo una técnica para derribar el toro”.

Mientras tanto, para Cristian Castro, Presidente de la Liga de Coleo del Meta, esta   postura representa a muchísimas personas en el país.

“Nuestra tradición es de cero maltrato animal. Es importante aclarar que aunque la caída del toro parezca aparatosa, tenemos profesionales que cuidan de nuestros animales”, sostuvo.

Y agregó que: “ también hemos adecuado los terrenos de las mangas para que la caída no represente peligro, con una capa de arena en los 300 metros de largo y 10 metros de ancho que requiere el lugar”.

La Liga de Coleo del Meta abarca cerca de 1.800 deportistas afiliados en 39 clubes, además de las personas que están detrás de las pesebreras, el cuidado de animales y el mantenimiento de los escenarios. Se calcula que son cerca de 10.000 empleos informales que se generan con esta actividad.

“Nuestra región es la más grande de Colombia donde se practica este deporte. Esto mueve una economía grandísima y de animales; prácticamente tendrían que prohibir hasta el montar caballo”, manifestó Castro.

Por ahora, se está a la espera de la posesión del presidente, Gustavo Petro, el próximo 7 de agosto, quien parece no cambiará su postura decisiva en cuanto a retirar a los animales de toda actividad en la que sean afectados.

“No permitiremos el uso de escenarios ni recursos públicos para ninguno de estos fines”, fueron las palabras de Petro.

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Pero este deporte se ha proyectado logrando expandirse a seis departamentos de la Orinoquia: Guaviare, Arauca, Casanare, Vichada, Meta y parte de Cundinamarca.

Además, según el presidente de la Liga, los toros que participan en las mangas, inmediatamente pasan al matadero y es producto consumible. Un animal de 500 kilos, en una corrida pierde casi un 13 por ciento de su peso, casi 65 kilos, lo que provocaría remitir directamente el animal al sacrificio con el fin evitar sufrimiento más adelante.

Identidad llanera

Más que un espectáculo que se practica cada semana hasta en los más recónditos pueblos del Llano, el coleo hace parte de la historia y del vivir campesino. Una tradición que, según historiadores, desde mediados de 1790 se convirtió en el día a día de un llanero.

“Es imposible acabar con un legado que se ha venido transformando desde el siglo XXI, tenemos una Federación Colombiana de Coleo que nos ha mantenido en firme y la verdad queremos de corazón, que el Presidente electo entienda la labor que realizamos”, dijo Deiby Buitrago, narrador de coleo.

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Por su parte, el presidente de la Federación asegura que están siendo asesorados jurídicamente para plantear sus argumentos frente al nuevo gobierno, y evitar que tomen una decisión que afecte a miles de personas en el país.

“Tenemos en regla nuestra verificación ante el Ministerio de Deporte y la autorización que demuestra que no cometemos ningún acto ilegal. El Llano es tierra de ganado, no vamos a permitir que se apropien de nuestras raíces por otros infortunados eventos”, puntualizó Francisco Pérez, Presidente de la Federación Colombiana de Coleo.

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