‘En niños hay más casos de intoxicación’: Johanna Catherine Ruiz, toxicóloga del Meta

La especialista dice que en atención de casos complejos, como las mordeduras de serpientes, requiere la intervención de toxicólogos. Aunque los médicos generales tienen conocimientos básicos, la especialización es crucial para un manejo adecuado.

Las cifras en el consumo de sustancias psicoactivas han aumentado considerablemente en el Meta el último año, especialmente en los niños y adolescentes. Lo preocupante del caso, además, es que para el tratamiento de estos pacientes se requiere toxicólogos, pero el departamento cuenta únicamente con dos, entre ellas Johanna Catherine Ruiz Castillo (J.R.), quien es médica especialista en el área de toxicología clínica, encargada de estudiar el efecto tóxico de las sustancias químicas y medicamentos. 

El último reporte del Instituto Nacional de Salud destaca que en Colombia hubo 44.000 casos de intoxicaciones agudas por sustancias, de los cuales 24.000 responden a intentos de suicidio y el restante a otro tipo de exposiciones a sustancias, entre ellas las psicoactivas.

Periódico de Meta (PDM) habló con la doctora, quien dice que hay más de 7.000 sustancias psicoactivas, y cada día surgen más, ya sea una sola sustancia sintética o una mezcla de varias. Entre ellas, marihuana, cocaína, tusi y fentanilo, esta última provocando una crisis social en el mundo, especialmente en Estados Unidos.

PDM: ¿En el Meta se ha evidenciado el consumo de fentanilo?

J.R.: En la región no hemos tenido ningún caso con fentanilo, sin embargo, sabemos que hay muchas sustancias que están mezcladas, por lo tanto, no se descarta que entre las drogas haya trazas de concentraciones mínimas de esta sustancia.

PDM: Pero esa droga es legal, ¿no?

J.R.: El fentanilo es legal ya que se utiliza por múltiples indicaciones, pero ha sido usado de manera ilegal como consumo recreativo porque este es un opioide, tiene un efecto depresor en el sistema nervioso central, en el respiratorio y un efecto alucinógeno. Lo consumen especialmente pacientes que son dependientes de las sustancias opioides, como el tramadol, la codeína y la heroína.

PDM: ¿Por qué el aumento de sustancias en niños y adolescentes?

J.R.: El año pasado hubo una alerta emitida por el Invima por unas gomitas que contenían THC (tetrahidrocannabinol, principal activo de la marihuana); efectivamente, lo que se ha visto es que el consumo ha aumentado en niños y jóvenes. En niños es de manera accidental, lo cual es preocupante porque cuanto más temprano empiece el consumo de sustancias, mayor será el riesgo de efectos y dependencia.

Hasta donde se sabe, se busca imitar un producto nacional como son las gomitas ‘Trululú’; el empaque era muy parecido, pero no era solo dulce, sino que tenía concentraciones de cannabinoides. Nos dimos cuenta porque los niños presentaban algunos síntomas como ansiedad, náuseas, vómito, alteración del estado de conciencia, que es muy característico de este tipo de toxicidad.

PDM: ¿Qué factores influyen para que aumente el consumo en jóvenes?

J.R.: En los niños, es accidental; en los jóvenes, está influenciado por muchos factores, entre ellos las redes sociales, retos por TikTok, Facebook, que evidencian un aumento considerable en el consumo de estas sustancias.

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PDM: De esos 24.000 casos por intento de suicidio, ¿inciden cifras en el departamento? 

J.R.: En el último reporte epidemiológico hay un incremento de suicidios en todo el departamento del Meta, no precisamente por sustancias psicoactivas, sino por medicamentos y plaguicidas que se venden en la región por ser de área rural. El mecanismo principal utilizado tanto en hombres como mujeres son las intoxicaciones por medicamentos, porque es lo más accesible, por ejemplo, el acetaminofén y múltiples medicamentos antidepresivos, como la amitriptilina, los antipsicóticos, o el uso de plaguicidas como el Paraquat; si no se manejan de manera adecuada, puede aumentar el riesgo de mortalidad y complicaciones en el paciente.

PDM: ¿Estos antidepresivos son de venta libre o de formulación médica?

J.R.: Ahí está el problema, que la mayoría de los medicamentos son de venta libre, entonces, usted va a la farmacia, dice que tiene algún dolor y le proporcionan el medicamento, o si no, lo que también se encuentra es que adultos mayores con enfermedades crónicas utilizan estos medicamentos y muchas veces los jóvenes, niños e incluso familiares lo que hacen es buscar dentro de los medicamentos que tienen a ver qué encuentran, porque son de fácil acceso para generar el intento de suicidio.

PDM: ¿La gente intenta suicidarse con acetaminofén?

J.R.: Sí, lo que hemos visto en los servicios de urgencias es que, efectivamente, las cifras apuntan a que ese medicamento es el más utilizado, porque es de venta libre; sin embargo, este medicamento, a dosis tóxica, genera falla hepática fulminante y pone en riesgo la vida del paciente. Por eso, son tan alarmantes estas cifras.

PDM: ¿Qué atienden los toxicólogos?

J.R.: Aquí, por ejemplo, hay casos relacionados con mordeduras de serpientes y alacranes, que, si no se tratan a tiempo, si no se administra la dosis correcta de antiveneno, el riesgo de complicaciones en el paciente es cada vez mayor.

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PDM: ¿Un médico general no puede dar la dosis?

J.R.: Muchas veces se desconoce la especialidad y el manejo de estos pacientes, entonces, si bien los médicos generales tienen algún conocimiento, es necesario el apoyo del toxicólogo para dirigir un adecuado manejo en el paciente. Los médicos generales no están altamente capacitados para manejarlos; para nosotros como especialidad, es importante no solo brindar la atención oportuna, sino también tener espacios donde podamos capacitar a los médicos y hablar de estos temas.

PDM: ¿Hay forma de mitigar las cifras?

J.R.: En cuanto a la venta libre, es difícil; lo que sí podemos hacer son campañas de promoción y prevención, especialmente enfocadas en los niños, porque en la población pediátrica es donde encontramos más casos de intoxicación por medicamentos de manera accidental. Los niños son muy curiosos con todo lo que ven y estos medicamentos tienden a tener colores o dibujos llamativos. Estos medicamentos tienen que estar fuera del alcance de los niños, guardados en un lugar seguro. Por otro lado, debemos tener en cuenta que no hay que automedicarse; los pacientes tienen la costumbre de hacerlo ante cualquier dolor y dirigirse a una farmacia donde les dan cualquier cosa para malestar, sin saber lo antecedentes médicos del paciente. 

PDM: ¿Qué otros campos de acción tienen la especialidad?

J.R.: Manejamos la dependencia de sustancias psicoactivas; hablamos de medicamentos opioides, pacientes que consumen nicotina, cannabis, cocaína, entre otros. A nivel ocupacional, especialmente en el área rural, manejamos pacientes con exposición a metales pesados, como mercurio, plomo, arsénico, hidrocarburos. Estos componentes pueden contaminar el agua o los peces, así como también personas que trabajan en minas, con oro y en joyería. Tenemos brechas en farmacovigilancia en pacientes que ingieren más de cinco medicamentos; el toxicólogo realiza un estudio farmacológico para disminuir el riesgo de reacciones adversas y toxicidad. En el tratamiento de pacientes oncológicos, ayudamos a mitigar estas reacciones adversas y a tener un mejor manejo de su proceso terapéutico. Hay mucho campo de acción, incluso con la población obstétrica; hemos visto a madres con consumo de sustancias psicoactivas durante el embarazo, lo que activa el riesgo de que el bebé sufra síndrome de abstinencia. Entonces, nosotros intervenimos para disminuir ese riesgo en el bebé y manejar la dependencia de la madre.