sábado, 20 de abril de 2024
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Estos son los factores que amenazan el negocio del transporte público


Estos son los factores que amenazan el negocio del transporte público 1
Las rutas operadas para el transporte colectivo ya no representan lucro económico para los conductores
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Redacción PDM

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De acuerdo a varios conductores con los que habló Periódico del Meta, al menos tres puntos del pliego de peticiones dependen, entre otras cosas, de la dura situación mundial que atraviesa la economía luego de la pandemia. 

Por Natalia Chipatecua

Resolver los 14 puntos del pliego de peticiones de los conductores de transporte público colectivo que realizaron la protesta el pasado lunes 28 de febrero, puede ser más difícil de lo que parece. 

Una recategorización de rutas es el principal requerimiento por parte del grupo de conductores y dueños de busetas en Villavicencio, porque, según argumentan, dejó de ser eficiente en la pospandemia y económicamente no les resulta favorable seguir operándolas. 

“A raíz de la pandemia, hubo una desacreditación de rutas, muchas de ellas tienen baja demanda y no son viables económicamente; aunque hubo aumento de tarifa de 200 pesos, este valor no refleja ganancia, porque los repuestos, las llantas y el combustible subieron de precio. Necesitamos que se realice una mejor operación para no trabajar en pérdidas”, afirmó Víctor Alfonso Leal, representante de la Asociación de Conductores de Villavicencio (Asocurvis).

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Dentro de las denominadas rutas de baja demanda, se encuentran sectores como Galán, Siete de Agosto, Portales del Llano, Villa Hermosa y Juan Pablo II, en donde las busetas pasan la mayoría de las veces desocupadas. Aunque esto para los pasajeros es positivo para su comodidad, redunda en una pérdida económica para los conductores, base de sus protestas.

Unirutas, la empresa encargada de la operatividad de las rutas, controla la frecuencia y despacha la asignación de las rutas de transporte, a través del sistema llamado Logirastreo; a esto se le conoce como “rodamiento de los conductores”. Este mecanismo fue instaurado a través de la Secretaría de Movilidad por medio resolución del 2020.

Leal añade que: “con esa tecnología, al ser un programa automáticamente por computador, no deja efectuar un rodamiento que se ajuste a nuestras necesidades. Después de la pandemia, el trabajo falló muchísimo, con la operadora hemos tenido varias reuniones, pero no hemos podido llegar a un consenso”.

Al respecto, Luis Alberto Fuentes, gerente de la Unión Temporal Unirutas, sostuvo que desde este consorcio se ha venido trabajando para mejorar la operación de este medio de transporte, uno de los más usados por la comunidad.

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Sin embargo, coincide en que situaciones como la pandemia se convierten en factores determinantes en la actual contraposición de propietarios y conductores de buses.

“Hoy tenemos control de flota y despacho automático pensado en prestar un buen servicio.  Entendemos que es una situación económica difícil, pero proviene del paro nacional que paralizó las vías y adicional, la pandemia que ha generado carestía. Hoy no tenemos insumos, repuestos, llantas, ni lubricantes para vehículos e incluso el transporte urbano fue uno de los últimos sectores en reactivarse, pero debemos ceñirnos a la norma que solicita cumplir las distintas rutas y la frecuencia”, enfatizó Fuentes.

Explica, que dicha operación se determina teniendo en cuenta la cantidad de flota que se necesita en determinada hora del día, con la frecuencia de movilidad, “considerando la hora valle y la hora pico. Luego se multiplica la cantidad de distancia por la cantidad de frecuencia y de ahí sacamos el número de vehículos que se distribuyen en cada sector”.

Según el gerente, la demanda de usuarios en este medio de transporte antes de la pandemia en rutas que no eran de baja demanda “oscilaba entre los 150 pasajeros, y en cuanto a rutas productivas se transportaban hasta 350 pasajeros diarios. Ahora, hay rutas que pueden recoger 200 personas, como hay rutas que montan 60 o 70. Actualmente, se encuentran en circulación 750 vehículos que transportan 105.000 usuarios diarios en promedio”, resaltó Luis Fuentes, gerente de Unirutas.

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Para Juan Carlos Barrera, coordinador operativo del Consorcio Unirutas, temas de la ilegalidad del transporte y el incremento del parque automotor, en especial de motocicletas, impactan en la problemática del transporte urbano legalizado. 

“Estamos hablando de moto taxis instalados en varios sectores como empresas. Motos particulares que prestan el servicio y taxis. Por ejemplo, en el barrio Las Américas, que se prestan como colectivos y no existe control sobre eso. La situación repercute en que se baje la demanda de pasajeros; el mototaxi siempre es más económico; y mientras una buseta realiza su recorrido normal, el taxi transporta a veces hasta 4 pasajeros”, explicó.

En cuanto al parque automotor, Barrera menciona que es una realidad que “a causa de la pandemia, muchas personas compraron moto o se acostumbraron a otro tipo de transporte, teniendo en cuenta que servicio de colectivo fue de los últimos en volver a la normalidad”. 

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Por ahora, la reunión de concertación entre la administración Municipal, Secretaría de Movilidad, propietarios y conductores, permitió levantar el cese de actividades del servicio de transporte público, logrando que se lleven a cabo mesas de trabajo para intervenir la logística de la operadora Unirutas. 

Para el alcalde de Villavicencio, Felipe Harman, las rutas se han convertido “en un monopolio que lo maneja Unirutas en el que la queja recurrente es que hay violaciones a su integridad y a su condición”.

En ese sentido, extraoficialmente, Periódico del Meta conoció que se podrían generar esfuerzos para integrar otro modelo de operación para el control de las rutas del transporte urbano de la capital del Meta.   

Así funciona Unirutas 

En la actualidad, la Unión Temporal Unirutas, integra 7 empresas de transporte en Villavicencio: Transporte Ejecutivo del Llano, Asprovespulmeta, Cootransmeta, Rápido Los Centauros, Arimena, Nueva Urbana de los Llanos y Taxmeta, que, en conjunto, suman cerca de 1.000 vehículos. 

La creación de este consorcio en el 2014 con el decreto 256, se presentó en ese entonces como la posibilidad de crear un transporte integrado en la capital del Meta, lo que permitiría la chatarrización de buses y la organización de las rutas. 

La Unión Temporal es la encargada de velar por la unificación y operación de las rutas de transporte público colectivo en la capital del Meta. En 2020, mediante una feria tecnología, escogió la plataforma por la cual opera el sistema, que se llama Logirastreo.

“Este consorcio entra pensando en la comunidad, donde unificamos todas las rutas y de 75, pasamos a 58 rutas de transporte público en Villavicencio, que son las que en este momento se controlan con el despacho automático y el rodamiento de vehículos en diferentes puntos de la ciudad”, dijo Luis Fuentes, gerente de Unirutas.

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