Jardín Botánico, ¿cerrado o abandonado?

En el barrio la Azotea de la capital del Meta se encuentra el Jardín Botánico, que, si bien no está abierto al público, representa una gran potencia en materia de conservación para Villavicencio y el Meta.

Por Natalia Chipatecua

Ubicado solo a unos minutos del centro de Villavicencio, el Jardín Botánico es el vivero más grande del departamento del Meta; su importancia radica en la cantidad de fauna y flora nativa que alberga. Es, además, el primer mega vivero que se tiene en la lucha por la reforestación.

Este ‘pulmón de la ciudad’ es completamente natural y durante años ha propiciado un espacio para la conservación y divulgación de diversas especies vegetales.

Sin embargo, el estado de la infraestructura del lugar refleja abandono. Hoy, no se encuentra abierto al público en general y no logra ser aprovechado como debería ser.

Así también lo confirma Carlos Andrés Pérez García, ingeniero ambiental de la Universidad Santo Tomás de Villavicencio, quien dijo a Periódico del Meta que, durante este lugar le permitió un espacio de aprendizaje en campo, pero presentaba condiciones lamentables.

Menciona que “allí encontramos un ecosistema que ofrece un sinfín de servicios ambientales, investigué áreas fragmentadas del piedemonte llanero, con matrices de suelo y la diversidad de plantas en ese ecosistema, lo que evidencia la magnitud de posibilidades que ofrece este centro de conservación. Sin embargo, también era visible el abandono de las instalaciones donde se encontraban ambulancias abandonadas, e incluso evidenciamos proliferar las zonas de invasión”, afirmó Pérez.

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Como estudiante, en ese entonces, y ahora como Ingeniero Ambiental titulado, reafirma la importancia de que espacios como el Jardín Botánico prevalezcan en la ciudad y continúe prestando servicios a sus habitantes.

“Ahí podemos admirar gran variedad de fauna y flora única del piedemonte llanero, de una forma segura y regulada, ofrece gran cantidad de información ecosistemita. Villavicencio es un excelente potencial en turismo de naturaleza, y tiene con qué ser una potencia. Sin embargo, necesita fortalecerse, incluso hay desconocimiento sobre la existencia de este Jardín por parte de la comunidad”, dijo el egresado de la Universidad Santo Tomás.

Nicolás Hernández Ramírez, secretario de Ambiente de la Gobernación del Meta, explicó las razones por las que este escenario natural no tiene abiertas las puertas al público en general.

“No está abierto al público porque debido a esa potencia ambiental y de conservación en ese sector, se tiene gran cantidad de animales considerados peligrosos; a finales del año pasado instalamos cámaras trampa y evidenciamos mamíferos que se desplazan por el lugar; hay unas dificultades para poder acceder a todo el Jardín Botánico como tal. Se ha permitido acceso al lugar con permisos y materiales especiales, también con acompañamiento de la secretaría de Ambiente y con profesionales para recorrer solo las áreas permitidas del sitio”.

Aunque mucho se ha dicho sobre lo que al parecer sería un abandono de este lugar por parte del gobierno departamental, Ramírez indico las distintas labores de mantenimiento que se han desarrollado al interior del Jardín Botánico.

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“El tema ambiental del parque se encuentra bien. Allí se siembran alrededor de un millón de árboles al año y hay un personal especializado en todo ese tipo de actividades. Hay dos profesionales que se encargan del mantenimiento de las áreas comunes en las instalaciones del Jardín Botánico, quienes constantemente están podando y haciendo remoción de residuos orgánicos. Aproximadamente cada 20 días solicitamos apoyo a la Policía Ambiental, al Ejército y a Bioagrícola para hacer jornadas de limpieza más amplías al interior del mismo”, recalcó secretario ambiental.

Esta matriz de bosque más grande dentro del casco urbano de Villavicencio, según el secretario, se proyecta también como lugar de investigación, ciencia y tecnología.

“Seguimos sumando esfuerzos en aras de fortalecerlo, estamos trabajando en sacar un proyecto en temas de ciencia y tecnología en este espacio sin afectar su condición natural y de bosque tan grande que se le atribuye. El tema de conservación y área de protección que tiene el Jardín Botánico es tanta, que fácilmente en unos pocos años será una potencia”.

Añade que: “desde la Secretaría de Ambiente, lo hemos mantenido y hemos tratado de que sea un tema investigativo; cuando se nos pide permisos con antelación, se pueden hacer recorridos de naturaleza, detección de fauna y flora, avistamiento de aves, y se ha hecho un tema más científico. También estamos encaminados a que se hagan proyectos de ciencia y tecnología en las áreas donde se puede construir, trabajamos por preservar, en temas de gases de efecto invernadero, o contención de residuo que maneja Villavicencio, algo único en toda la ciudad”, enfatizó Nicolás Hernández Ramírez, secretario de Ambiente del Meta.

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