viernes, 10 de mayo de 2024
Particulares Pico y placa Viernes 7 y 8

Indígenas ‘nómadas’ en Villavicencio


Indígenas ‘nómadas’ en Villavicencio 1
Los indígenas pasan el día fabricando accesorios e implementos para el hogar.
Lina Herrera

COMPARTE

Bajo el fuerte rayo de sol que penetra a la capital metense por estos días, un grupo de indígenas permanece sin hora de partida frente a la terminal de transporte.

Mientras las personas entran y salen con equipaje en mano, a lo lejos se escucha a un ayudante de bus gritar “¡Bogotá, Bogotá!”, intentando buscar pasajeros para completar el cupo; otros automóviles emprenden su viaje a algún destino de Colombia, mientras que un grupo de adultos y niños parecen ser los viajeros sin rumbo en la Terminal de Transportes de Villavicencio. 

Hace un mes, 15 indígenas (8 adultos y 7 menores) pasan día y noche a pocos metros frente a las instalaciones de la Terminal. Las condiciones a simple vista son precarias; un par de colchonetas, pocos alimentos, ropa empacada en bolsas negras, juguetes esparcidos por el suelo junto a cartones y pedazos de impermeable que sirven como camas improvisadas, hacen parte de este escenario que estas personas escogieron como su hogar temporal.

Indígenas ‘nómadas’ en Villavicencio 2

Cocinan en hogueras improvisadas, hacen sus necesidades fisiológicas en un lote cercano y cuando sienten mucho calor buscan un caño para bañarse.

Aunque permanecen juntos, no son de la misma comunidad. Así lo explicó Yuli Mar, quien pertenece al resguardo indígena Makaguan, de Arauquita (Arauca). Dice tener 23 años, pero aparenta más edad, junto a sus cuatro hijos llegó a Villavicencio por decisión de su esposo, perteneciente a la comunidad Yukpa de Venezuela, y quien se encontraba en Granada (Meta) en busca de material para fabricar artesanías, las cuales venden y son su único sustento. 

Yuli, con timidez y acompañada de sus dos hijas adolescentes, una de 14 años y otra de 13 años, contó que vivían en una casa en arriendo en Venezuela, allí también se dedicaban a fabricar artesanías, cruzaban la frontera y las vendían en Cúcuta. Al verse en medio de la necesidad económica, optaron por volver a Colombia y ubicarse en Granada en donde vivían en la calle. Por ello, la Defensoría del Pueblo decidió trasladarlos de nuevo a Venezuela y ubicarlos en un lugar de paso.  

Lea: La tensión que ‘rompió’ El Dique

Lo que pasa es que volvimos porque él (la Defensoría) no quiso llevar nuestras cosas, nos engañaron, teníamos mucha ropa para llevar y allá en Venezuela no teníamos con que dormir, no teníamos nada. Mi esposo dijo ‘¿qué vamos a hacer acá? No tenemos nada, ni ropa para cambiarnos, duramos dos meses ahí hasta que mi esposo dijo ‘vámonos pa’ atrás a buscar los corotos que tenemos en Granada”, explicó la mujer.

Tras regresar a Granada, decidieron volver a Arauca, pero allí también se vieron inmersos en la precariedad, sin hogar definitivo, sintiendo hambre y otras necesidades, por ello, tomaron la decisión de reunir dinero para los pasajes en bus y venir a Villavicencio a probar suerte. 

Al preguntarle a Yuli si retornaría a su comunidad, respondió no saber cómo y a donde llegar: “mi esposo sí sabe dónde queda, pero no tengo tierras, mi abuelo murió y le entregaron sus tierras a otra gente”. No obstante, tiene familia en otros puntos, su madre vive en Saravena (Arauca) y su padre en Venezuela, pero su esposo no quiere trasladarse.

Todavía no nos alcanza para los pasajes, sale muy caro. Hay que seguir vendiendo artesanías”. 

Indígenas ‘nómadas’ en Villavicencio 3

De otros seis indígenas no se sabe mucho, según Yuri, provienen de Puerto Carreño (Vichada) pero no son familiares de ella ni de su esposo, solo comparten el espacio. Al intentar dialogar con ellos, manifestaron no poder hablar si no tenían permiso del ‘cacique’, quien curiosamente es el esposo de Yuri.

Mientras que Yuri manifiesta llegar a Villavicencio por simple necesidad, otros lo están por ‘turismo’. Los dos indígenas restantes son Gladys y su esposo. Ambos aparentan 50 años. Gladys, dijo no recordar su edad, su esposo no quiso hablar.  Ella indicó que provienen de Puerto Carreño, trabajan en reciclaje y con lo obtenido pagan sus viajes, quisieron conocer Villavicencio y por ende viajaron. Esperan obtener el dinero suficiente para los transportes y retornar. 

Acción de las autoridades 

Eliana Andrea Vaca, secretaria de Gestión Social de Villavicencio, explicó a Periódico del Meta que esta semana desde la dependencia se envió a una trabajadora social para analizar la situación de los indígenas. De la visita se está elaborando un informe el cual tiene entre sus resultados que son indígenas nómadas, y su traslado depende de la decisión que estos tomen. No obstante, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar estudiará la situación de los menores de edad para garantizar y respetar sus derechos.

Hablamos con secretaría de Salud para indicarles que se les va a trasladar el informe, de manera que ellos desde sus competencias verifiquen que actividad u oferta deben realizar a esta población, eso sí, con el acompañamiento del ICBF, porque son indígenas migrantes y nómadas. Es entender desde su cultura que no podemos vulnerarles algún derecho de su creencia o cultura”.


Lina Herrera

Periódico del Meta realiza una reserva expresa de las reproducciones y usos de las obras y otras prestaciones accesibles desde este sitio web a medios de lectura mecánica u otros medios que resulten adecuados a tal fin. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin autorización escrita de su titular.


Entérese de toda la información


Conéctese a nuestras redes sociales