Jóvenes migrantes, en busca de nuevos caminos

Los llaneros que se van con documentos legales también hacen un esfuerzo para hacer carreras en el exterior. 

Por Melissa Céspedes / Especial Periódico del Meta

Volar del nido y buscar un futuro por fuera del país, es el deseo cada vez más habitual de jóvenes que cuentan con los recursos necesarios para migrar de manera legal y que tienen alma aventurera. Y es que, según cifras de Migración Colombia, en lo corrido del 2023 más de 91.523 colombianos han viajado a estudiar en el extranjero. Pero, ¿es sencillo el antes, durante y después de la experiencia?

Valeria González es una joven llanera de 21 años que tomó la decisión de culminar sus estudios universitarios en Argentina, su proceso inició con la vinculación a la Universidad Minuto de Dios y la Universidad Nacional de Avellaneda; preparó su pasaporte, su maleta y con algunos ahorros logró comprar sus tiquetes de avión. Sin embargo, había que tener en cuenta que ella no necesitaba visa estudiantil porque su proyecto era solo cursar un semestre allí.

Su estancia en otro país la hicieron cuestionar aspectos educativos de Colombia, afirma que: “cuando uno está en otro país, conoce las falencias que tiene Colombia y entiende el por qué la gente también se va. La vida cambia total, aunque Argentina está mal económicamente, el estudio aquí es para todos, porque literal todo el mundo tiene la posibilidad de estudiar. Las universidades públicas están al acceso de todos, aparte son públicas y gratuitas, en Colombia son públicas, limitadas y en algunas cobran matrícula”.

Por otra parte, migrar de un continente a otro es más complejo y los costos de viaje y manutención son más altos.

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En junio pasado, Jenny Parrado se encaminó con su pareja hacia Australia, los costos de viaje entre los derechos de visa, exámenes médicos, el seguro médico por 8 meses y el curso de inglés, tuvo un valor de 18 millones aproximadamente. Aparte, es necesario contar con una solvencia económica que demuestre que el propósito del viaje es estudiar.

Para Jenny ha sido una montaña de emociones vivir en otro país, ella relata que: “mi pareja me propuso buscar una mejor vida y yo siento que todos en algún momento deberíamos tomar la decisión de salir del país, para romper paradigmas. Esto es volver a empezar, nos enseña a ser tolerantes y conocer nuevas culturas y si yo quiero estudiar solo podría hacerlo por tres meses, ya que soy como el soporte emocional de la otra persona que estudia”. Actualmente ella trabaja como manicurista y su pareja se dedica a estudiar inglés.

Y es que, el interés de los jóvenes por estudiar en Australia está en constante crecimiento, según el Departamento de Trade and Investment Commission (Austrade) del gobierno australiano. Los estudiantes latinoamericanos lideran el porcentaje de estudiantes extranjeros en Australia, seguidos por India y China.

Durante el año 2023, Australia ha recibido un total de 622.032 estudiantes Internacionales; Colombia ocupa el cuarto lugar con 31.418 estudiantes. Esto, representa un aumento del 147% en comparación con el año 2022.

Precisamente, YouTube Project es una plataforma de educación internacional australiana fundada en el 2012, que ofrece servicios gratuitos de asesoría a jóvenes que quieren estudiar y trabajar en países como: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Irlanda, entre otras. Según sus directivos, esta plataforma ha facilitado que más de 2.285 estudiantes viajen al extranjero en 2023. De ellos, 647 son originarios del departamento del Meta.

Karol Daniela Vigoya García, de 17 años, realiza un preuniversitario de medicina en Rusia y se encuentra estudiando su idioma. Su migración hacia dicho país fue con el apoyo de una agencia que facilitó su proceso. Karol afirma que: “lo primero es la legalización de papeles por ser menor de edad, como ceder mi tutoría a una persona residente, las notas de décimo y once autenticadas que validen que vas a estudiar para que te puedan dar la carta de invitación en la respectiva universidad, luego tramitar tu visa estudiantil”.

Finalmente, sus gastos mensuales en Rusia se encuentran en un promedio de $1’500.000, con hospedaje y comida, ella cuenta que su experiencia ha sido gratificante y que un choque cultural ha sido el estudio.

“La metodología de enseñanza y aprendizaje es un poco diferente, te separan por grupos dependiendo tu nivel de conocimiento, y cada clase dura una hora y 30 minutos, en cada salón hay un máximo de 10 estudiantes, y se mezclan las culturas, ya que te puede tocar con chinos, japoneses, coreanos, turcos y es divertido y una aventura cada día, por aprender algo nuevo”, expresa Vigoya.

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