Meta: 61 casos de suicidio en lo corrido del 2022

En total 456 personas han intentado acabar con su vida. Algunos expertos señalan que es importante comprender a profundidad este tema, no verlo como un acto repentino de inmadurez y brindar ayuda espiritual. 

El escenario o la manera en que deciden acabar con su vida es lo de menos. En la mente de un suicida pasan cosas que al menos en el Meta, aún no se comprenden para intentar salvarles la vida. 

De hecho, la alcaldía de Villavicencio decidió instalar mallas en el puente con más suicidios en la región, con las que se pretendía evitar este tipo de situaciones pero esto no ha sido impedimento para que las personas sigan tomando la fatal decisión. 

Hace unos días, Diego Garcés Beltrán, estudiante de Economía de la Universidad de los Llanos, llegó hasta el punto y tomó la decisión de saltar al vacío. Una situación que conmocionó a los metenses y a los estudiantes de esta institución, quienes piden mejorar las redes de apoyo psicosocial desde las universidades. 

Según cifras de la Secretaría de Salud del Meta, las tasas de incidencia de intentos de suicidio en el departamento, con corte al 30 de agosto de 2022, ha sido de 456 casos, de los cuales 145 han sido hombres y 311 mujeres. 

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Frente a los casos de suicidio, la Secretaría reportó en lo que va corrido del año 61 casos, de los cuales 49 han sido hombres y 12 mujeres. Cifras que evidencian que mientras que los hombres son más propensos que las mujeres a morir por suicidio, las mujeres son dos veces más propensas a intentar suicidarse. 

De los 61 casos de suicidios presentados durante este 2022 en el departamento del Meta, 12 han sido en adolescentes (12 a 17 años), 21 en jóvenes (18 a 28 años), 18 en adultos (29 a 59 años) y 10 en adultos mayores. 

“El tema del suicidio no tiene edad, pero vemos que son más los jóvenes que toman esta decisión ya sea porque abren puertas relacionadas con el ocultismo, por alguna decepción amorosa, frustración o crisis emocional y como no saben manejar su dolor, terminan contemplando la opción del suicidio como la salida más rápida a todas sus preocupaciones”, explica Jorge Moreno, pastor de la iglesia ‘Un Lugar de Oración’. 

Agrega que hay factores que inciden en los comportamientos de los jóvenes de hoy, como los juegos que se encuentran en el internet, donde a través de competencias seducen a los chicos a que den pasos terribles y nefastos como el llegar a suicidarse. 

“El mundo de las tinieblas no se ve, pero existe. Yo no soy tan religioso como para satanizarlo todo, pero tanto la música, como algunos programas y series, muestran la muerte, el asesinato o el suicidio como algo que es muy cotidiano y normal, algo que no debería ser así”, sostiene el pastor. 

Y añade: “hay chicos de 15 años que uno los escucha decir que, si llegan a los 30 y no tienen casa, carro, beca, se mueren. Entonces hay muchas luchas diarias que están batallando los jóvenes, desde su apariencia, hasta su situación económica que hasta ahora empieza y es por eso que toman estas decisiones”. 

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Aun tratándose de un grave problema de salud pública, Moreno señala la importancia de brindar, además de la ayuda psicológica, una espiritual. “Independientemente de la fe que la persona profese, la oración, el ayuno y demás acciones, influyen también para que las personas alcancen la libertad y la paz que necesitan en sus corazones”. 

Para Ximena Palacios Espinosa, psicóloga y profesora de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, el problema radica en que la sociedad relaciona el suicidio con conceptos como inmadurez, cobardía, falta de valor por la vida y egoísmo con los seres queridos.

“Esto trae como resultado que muchos de los que contemplan esta opción como una salida, no reconozcan públicamente su deseo de terminar con su vida, lo cual hace más difícil la intervención oportuna”, dice Palacios. 

Además, señala que la tendencia global se inclina a creer que el suicidio es solo un acto repentino, pero que la verdad es mucho más complejo y va ligado al pensamiento de la persona, razón por la que puede ser algo secreto e inesperado para quienes la rodean. 

“Hay que educar a las personas para comprender la profundidad del suicido y que se castiguen ejemplarmente algunas conductas que conducen a una decisión así, como el mismo bullying y la segregación”, concluye la psicóloga. 

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