‘No estamos lejos de sembrar café en la Altillanura’: Agrosavia

El director del Centro La Libertad revela que se hacen trabajos de investigación para sembrar café en la Altillanura, algo que se podría conseguir con una variedad especial, que tiene oferta mundial.

Román Tibavija Cipagauta (R.T.), es un portogaitanense, quien desde hace tres años es director del Centro de Investigaciones La Libertad de Agrosavia. Es el primer metense que asume este cargo y durante el concurso de méritos para lograr este puesto, proyectó la integración de elementos de sostenibilidad ambiental en el sector agropecuario.

En este sentido, afirmó que se han realizan investigaciones que tienen que ver con los cultivos tan importantes como el marañón, la palma de aceite e incluso variedades para sembrar café en la Altillanura.

En entrevista para Periódico del Meta (PDM) compartió la proyección del trabajo realizado durante tres años que lleva encabezando esta institución, líder en investigación y generación de nuevo conocimiento en el sector agrícola en Colombia. 

 PDM: Usted asumió la dirección saliendo de pandemia, en estallido social, duras épocas para la investigación. ¿Qué satisfacción le dejan estos tres años?

R.T.: Integrar muchos más elementos de sostenibilidad en la Agenda de Investigación de la Libertad. En este momento estamos trabajando muy de la mano con un proyecto de cooperación con el Fondo Biocarbono generando sistemas de producción bajos en carbono, en esto ya tenemos un modelo de desarrollo con el arroz, estamos próximos a entregar el modelo de producción de cacao, y muy pronto les estaré contando acerca de un modelo productivo para el marañón, especialmente para la Altillanura colombiana.

PDM: Los avances científicos de la región, ¿mitigan el cambio climático?

R.T.: Sí, es una forma de producir de una manera más amigable con el medio ambiente, generando sistemas productivos que disminuyen el uso de agroquímicos haciendo más eficiente el uso de maquinaria, usando de una mejor manera también la información climática.

Somos también responsables de las mesas técnicas agroclimáticas en la Orinoquia. Entonces, teniendo una mejor información y utilizándola para mostrarle a los productores que pueden tomar mejores decisiones, con las cuales bajan costos, son más amigables con el medio ambiente y así, también tenemos sistemas productivos sostenibles.

PDM: ¿Qué otros avances de semillas bajas en producción de carbono hay en La Libertad?

R.T.: La palma de aceite, el caucho, pero yo diría que tal vez lo más importante es la ganadería, porque es el subsector agropecuario más importante, no solo del Llano, sino del país. Con estas metodologías de incorporación de elementos de sostenibilidad se hace una ganadería mucho más amigable, implementando árboles, teniendo mejores pasturas, y e integrando genética criolla de la región. Sobre todo, pensando en no ampliar la frontera agropecuaria, sino más bien concentrarnos en algunos sectores de acuerdo con el ordenamiento territorial.

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PDM: ¿Hay posibilidades de que el café se convierta en un cultivo importante para el departamento? 

R.T.:  Sí, por el lado del café arábigo, el Piedemonte Llanero se viene consolidando un cinturón cafetero. Yo diría que, desde las estribaciones de la Sierra de la Macarena, hasta Arauca, pasando por Casanare, se están concentrando en cafés especiales.

Hoy día el café que se toma en muchos sitios en Villavicencio, son de productores de diferentes municipios del Meta. En Casanare hay un proceso muy interesante, en Támara y Nunchía; en Arauca también hay unos proyectos. Se están logrando unos productos bien interesantes.

PDM: ¿Y el café canéfora? 

R.T.:  Es un tema completamente nuevo, es un proyecto en la que se hacen acercamientos con la Federación Nacional de Cafeteros, con la empresa privada, es una investigación de la que recién se está generando información, tenemos investigaciones en nuestra finca experimental de Taluma, que está muy cerca de Puerto Gaitán, y en Carimagua; también la tenemos en otros dos centros de investigación, en Turipaná (Córdoba) y en El Mira (Tumaco).

Esperamos que en el mediano plazo estar liberando algunos de estos clones, porque van a ser muy importantes, en especial para la Altillanura colombiana. 

PDM: Tengo entendido que en Brasil siembran café canéfora en sabana…

R.T.: Hay grandes extensiones en Brasil que siembran de este café. Los cafés solubles son básicamente café canéfora o café robusta. No son cafés suaves como el arábigo, sino son cafés más de consumo, es el que por lo general se consume en diferentes entidades. Colombia es importador de tipo de café, pero hay una gran posibilidad de tener ese cultivo acá y empezar a trabajarlo en estas zonas de sabana.

PDM: Es decir, no estamos lejos de que en la altillanura se siembre café…

R.T.: No estamos lejos, no sabría decirle qué tan cerca estamos, pero ya lo estamos probando. En las investigaciones que estamos realizando, se está generando información bien importante de adaptabilidad. Algunos clones que tenemos allí ya están dando buenos resultados.

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PDM: Con respecto a las investigaciones sobre la productividad en los cultivos ¿cómo va ese avance? 

 R.T.: Ya hicimos algunos análisis de adaptabilidad de esos clones al territorio, recién estamos empezando a tener los primeros resultados. Puedo decir que es positivo en el sentido de la comparación que tenemos con Brasil, con Centroamérica, pero los datos recién los estamos consolidando. Ya hay mucha expectativa alrededor. 

PDM: En estos tres años ¿cuántos proyectos y dinero se ha invertido para avances investigativos en el tema de agricultura?

 R.T.: Yo diría que el acumulado de este año está cerca de los 100 proyectos que hemos desarrollado. No tengo el dato exacto, pero durante estos tres años, la inversión puede superar los 30.000 millones de pesos de diferentes fuentes financieras. 

PDM: ¿Qué otros proyectos tienen en la Altillanura?

R.T.:  Hay un proyecto muy interesante del sistema de regalías y es el uso de coberturas para mejorar los suelos ácidos de la altillanura, es decir, mejorar la materia orgánica del suelo para genera mayor producción de los cultivos que se siembren allí. Hacemos pruebas con maíz, soya principalmente y con algunas coberturas de leguminosos. Proyectos como le decía, de sistemas productivos bajos en carbono. 

PDM: ¿Algunos en la Orinoquia? 

R.T.: Uno en el sur del Meta. Tiene que ver con la incorporación de prácticas agroecológicas en los sistemas productivos de pequeños productores. Tenemos unos proyectos de sistema de regalías en Arauca, uno en cacao y otro en seguridad alimentaria; hay unos proyectos de caña de azúcar en el Guaviare. Nuestra agenda de investigación cubre los cuatro departamentos llaneros, como llamamos, pero también en el Guaviare.

PDM: ¿Considera que la voluntad política afecta la inversión en investigación agropecuaria?  

R.T.:  El sector de la ciencia y la tecnología no le va muy bien en los presupuestos que se asignan para desarrollar ciencia y tecnología. Muchos de los proyectos son de largo plazo, no son tangibles. Muchos de ellos tienen que ver más con el desarrollo de un trabajo en un laboratorio, seguimiento a una plaga o una enfermedad. Pienso que eso no tiene tantos réditos políticos. 

Pero puedo decir que en estos tres años nos ha ido bien en nuestra agenda. Considero que es también un poco de estar muy activos allí con los entes territoriales, mostrándoles la importancia de estos procesos de investigación e innovación.