Terremoto en Paratebueno: 8 días después, científicos hacen nuevas advertencias

- Publicado en Jun 16, 2025
- Sección Región, Lo Mas Reciente
Una semana después del terremoto con epicentro en Paratebueno que sacudió el piedemonte llanero y el centro del país, los análisis científicos preliminares han comenzado a arrojar luz sobre nuevos fenómenos que podrían representar un riesgo adicional para las comunidades afectadas.
Periódico del Meta dialogó con el villavicense Julio Fierro, director del Servicio Geológico Nacional (SGC), quien, tras una visita a la zona durante el fin de semana, advirtió sobre la detección de procesos geológicos preocupantes.
Uno de los puntos de alerta se ubica en la vereda La Europa, donde se han identificado movimientos en masa de más de 60 hectáreas de tierra, con potencial de deslizamiento. A esto se suma una amenaza particular en la inspección de Santa Cecilia, una de las localidades más golpeadas por el sismo. Para evaluar la situación a fondo, técnicos del SGC serán enviados nuevamente a la zona.
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La licuación de suelos, riesgo silencioso
Fierro explicó a PDM que en Santa Cecilia se detectó un fenómeno conocido como licuación de suelos, el cual ya ha sido reportado a las autoridades. Este proceso ocurre cuando, durante un sismo, capas de suelo arenoso muy fino y saturadas de agua, se comportan como un fluido. Como resultado, agua mezclada con arena está emergiendo a la superficie y llegando a algunos acueductos de viviendas.

«Ya tomamos muestras y seguiremos documentando los efectos en el suelo, pues la licuación no soporta ninguna carga. Debemos determinar a qué profundidad se encuentran los suelos que se licúan para recomendar que las cimentaciones de las casas no se realicen en esas zonas, ya que eventualmente podrían presentar problemas en el futuro con otro sismo», advirtió Fierro.
El director del SGC enfatizó la importancia de integrar toda la información recabada: «apenas armemos el rompecabezas sobre la dirección de compresión del temblor, dónde hay licuación de suelos y demás información, se deben plantear las acciones a tomar por parte de las autoridades correspondientes. Hay que aprovechar esta situación para proyectarnos a futuro».
Tantas réplicas son normales
En cuanto a La Europa, Fierro detalló que la zona ya presentaba susceptibilidad a los movimientos en masa, y el sismo «aceleró el proceso de los deslizamientos». Se ha recomendado la evacuación de las zonas ubicadas arriba del deslizamiento, y se ha observado que la parte baja del terreno, de composición arcillosa, podría volverse muy blanda con las lluvias. El SGC está modelando qué sucedería si un deslizamiento fluyera por las quebradas, analizando velocidades, flujos y el posible impacto en puentes carreteros en caso de represamientos.
Respecto a las réplicas, el director del SGC indicó que es normal que un sismo de la magnitud del ocurrido hace una semana genere más de 200 réplicas. «Hay que agradecer a la naturaleza que ninguna réplica tuvo magnitudes mayores de 5,0», señaló Fierro, recordando que el sismo del 17 de agosto de 2023, con epicentro en El Calvario, tuvo réplicas de mayor intensidad que generaron incertidumbre. Se espera que la energía sísmica se haya atenuado y no genere más daños que los ocasionados por el evento principal de magnitud 6,5.
Fierro también recordó que hace 30 años no se experimentaba un sismo de esta magnitud en la región, siendo el último de 6,5 en enero de 1995 con epicentro en Tauramena (Casanare). Un evento de 7,2 se registró en Pizarro (Chocó) en 2004.
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Vivir en el Piedemonte: una realidad geológica activa
El director del SGC resaltó que el piedemonte llanero es una zona geológica muy activa. «Villavicencio fue casi destruida por el sismo del 31 de agosto de 1917, que arrasó muchas casas de adobe y, según los estudios, tuvo una magnitud de 7,1. Hemos tenido otros temblores que se han sentido muy fuertes», afirmó Fierro. «Es una realidad que no se puede cambiar; los piedemontes son áreas muy bellas como las que tenemos en el Llano, pero son demasiado activas desde el punto de vista geológico».

Ante esta realidad, Fierro hizo un llamado a la responsabilidad en la construcción: «Somos gente de piedemonte y debemos exigir mucha responsabilidad de quienes están construyendo las ciudades, es decir, los urbanizadores». Subrayó la importancia de que las construcciones cuenten con vigas de amarre, columnas y sismorresistencia.
El director del SGC también enfatizó la necesidad de realizar simulacros más frecuentes, ya que el piedemonte se encuentra en riesgo permanente debido al levantamiento cordillerano, un proceso que se manifiesta a través de los sismos.
«El levantamiento cordillerano presenta pendientes muy largas, llueve mucho, tenemos todos los ingredientes para tener inestabilidad», explicó, añadiendo que una gestión inadecuada de vertimientos de agua, construcciones inapropiadas y suelos susceptibles a deslizarse en las laderas son factores que contribuyen a los movimientos en masa.
Finalmente, Fierro recalcó que el objetivo del SGC no es generar estudios que queden en papel, sino «hacer ciencia accionante que dé argumentos para los tomadores de decisión y sea de servicio a la comunidad».
