Un dulce futuro | Editorial
- Publicado en Feb 18, 2024
- Sección Columnistas, Lo Mas Reciente
Lo bueno que les pase a los campesinos es una noticia que debemos celebrar todos. Por eso, lo que está ocurriéndoles a los cultivadores de cacao en el Meta es algo que debemos destacar en todos los gremios de la economía regional.
Fue emocionante ver la manera en que, la semana pasada, el gerente de la Cooperativa Workakao ondeaba una pequeña bandera del Meta, en Ámsterdam. En medio de la alegría por haber ganado el primer puesto en el concurso internacional Cacao of Excellence de Países Bajos, Freddy Díaz no olvidó su departamento y su región, donde se está cultivando uno de los mejores cacaos del mundo.
Conmovedor porque detrás de ese grupo de llaneros que salió a la tarima a recibir el reconocimiento, existen 900 familias que encontraron en el grano no una manera de subsistir, sino de pensar en grande y buscar caminos que los podría llevar a exportar a Europa. Se trata de personas que de una forma planificada, con apoyo de empresas como Ecopetrol, cooperantes internacionales pero en especial las ganas campesinas, escalaron el nivel superior de la calidad.
Aunque no hay datos precisos, se calcula que en el departamento hay cerca de 6.000 hectáreas de cultivo de cacao, producto que en varios municipios logró reemplazar a la coca, la cual se había convertido en un cáncer que no solo acabó con la tierra sino con la tranquilidad de quienes la sembraron.
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En esto es clave la resiliencia campesina que no se conforma únicamente con esperar las ayudas o los subsidios del Gobierno, pasando de un estado de quejas y reclamos a uno en donde se buscan alternativas para crecer. No se trata de un trabajo fácil, pues se necesita pensar de manera colectiva, como la Cooperativa Workakao y otras asociaciones que silenciosamente trabajan por el campo en el Meta.
Si bien el café colombiano es el producto de exportación de referencia en Colombia (grano que también se cultiva en el Meta con una excelente calidad), nuestro país ocupa el décimo lugar en el mercado internacional del cacao, lo que significa que si continuamos concentrándonos en las calidades del grano, habrá mercado para rato y a buenos precios.
La clave será que se siga trabajando en que la ampliación del número de hectáreas en el Meta para satisfacer la demanda, no vaya de la mano de deforestación, pues la trazabilidad verde que exige el mercado europeo es muy estricto.
Así, en medio de los nuevos desafíos, Workakao es un excelente ejemplo no solo para cacaoteros sino para otros cultivadores del departamento que han pensado en asociatividad y salir a conseguir el dinero para sus sueños.
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