Un sueño lejano para ríos contaminados

La falta de un Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos (PSMV) pone en jaque la construcción de la PTAR en Villavicencio.

Por Valentina Mejía

La construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en Villavicencio es una obra crucial para la salud ambiental de la ciudad y el bienestar de sus habitantes.

Esta planta, que forma parte del Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos (PSMV), que tiene como objetivo reducir significativamente la contaminación de los ríos Ocoa y Guatiquía, principales fuentes hídricas de la ciudad.

Sin embargo, a pesar de su evidente necesidad, este proyecto parece estar aún lejano. Diversos factores han retrasado su avance, generando preocupación entre ambientalistas y autoridades locales.

Carlos Arias Falla, gerente de Planeación de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Villavicencio (EAAV) explicó a Periódico del Meta que este proyecto tiene horizontes de largo plazo y que puede extenderse hasta 10 o incluso 20 años.

“La implementación de la PTAR en Villavicencio depende de la aprobación del PSMV. Desde el 2019, la ciudad enfrenta el significativo desafío de no contar con un PSMV aprobado. Para nosotros es muy grave que no se haya hecho nada en cuatro años, entendemos que hay temas administrativos, pero preocupa que una ciudad en pleno crecimiento y con notables cargas contaminantes, no haya priorizado este proyecto”, dijo Arias.

Para febrero de 2022, en un informe de PDM, la EAAV informó que de 156 vertimientos que existían en Villavicencio, a esa fecha solo quedaban 22.

De acuerdo con el actual gerente de Planeación, la administración anterior solo suscribió una consultoría para la elaboración de dicho plan por un valor aproximado de $3.350 millones que posteriormente tuvo una adición de $51 millones.

“Es importante aclarar que el primer paso para avanzar hacia la construcción de la PTAR es la aprobación del PSMV por parte de Cormacarena. En este momento no existen estudios ni diseños definitivos para la construcción de esta planta, lo que sí se tiene es un esquema preliminar que estima la posible inversión requerida para el proyecto”, explicó el gerente de Planeación.

Según Arias, la construcción de la PTAR no es un proceso rápido. Requiere de una serie de pasos previos, como la conexión de colectores para recoger los vertimientos existentes, la realización de estudios y diseños detallados, y finalmente, la construcción de la planta en sí.

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“La aprobación del PSMV por Cormacarena es el primer requisito para poder proceder con cualquier otro desarrollo relacionado con la PTAR. Luego está la construcción de colectores porque antes de diseñar y construir la PTAR, es necesario desarrollar una red de colectores que gestionen los vertimientos actuales a lo largo de los ríos, centralizándolos para un tratamiento eficaz para después realizar los estudios necesarios para diseñar adecuadamente la planta”, detalló Carlos Arias.

Arias precisó que parte de la financiación del proyecto podría provenir de Cormacarena, a través de la tasa retributiva por vertimientos que la EAAV paga a la entidad ambiental. Además, se están explorando otras fuentes de financiación, incluyendo el apoyo de la Gobernación del Meta.

“Aunque ellos presentan el PSMV, parte de la financiación de este proyecto puede salir de Cormacarena. Nosotros les hacemos semestralmente unos pagos que se llaman tasa retributiva por vertimientos que están por encima de los 4.000 millones de pesos y Cormacarena tiene la obligación de invertir esos dineros en hacer todas estas acciones para disminuir toda la carga contaminante que están llegando a los ríos”, sostuvo.

Por su parte, Cormacarena indicó a PDM que: “ellos (la EAAV) ya presentaron unos documentos requeridos, nosotros revisamos y solicitamos unas subsanaciones. Cuando la empresa envíe esas correcciones podremos decir si cumple para poder seguir avanzando en el trámite”.

A pesar de los retos enfrentados, la administración municipal considera este proyecto como una prioridad. Actualmente, se están realizando mesas de trabajo con Cormacarena para acelerar la aprobación del PSMV y reanudar el contrato de consultoría suspendido.

“En este momento estamos en una prórroga. Esperamos que, en el transcurso de este mes, podamos reiniciar el contrato de consultoría que está suspendido para luego llevar las subsanaciones a Cormacarena”, concluyó el gerente de Planeación.

Es crucial resaltar que la implementación del PSMV y la construcción de la PTAR no solo mejorará la calidad del agua de los ríos Ocoa y Guatiquía, sino que también garantizará un desarrollo urbano sostenible y responsable para la ciudad.