Usuarios de EPS, con incertidumbre en servicios

A pesar de la reciente intervención por parte de la Superintendencia de Salud a la Nueva EPS y Sanitas, algunos beneficiarios en la capital del Meta manifestaron estar satisfechos con la atención que reciben de estas entidades.

Por Valentina Mejía

En los últimos días, la Superintendencia de Salud intervino las EPS Sanitas y Nueva EPS, dos de las entidades con mayor cantidad de usuarios de la salud en Colombia. Las razones para la intervención incluyen la falta de capacidad de atención a los usuarios y falencias administrativas que ponen en riesgo la sostenibilidad financiera de las EPS y la atención de pacientes.

Dicha intervención significa que la Supersalud toma control temporal de las EPS, designando un agente interventor que asumirá las funciones de la gerencia. El objetivo, según el Gobierno Nacional, es mejorar la calidad del servicio, garantizar la atención a los usuarios y asegurar la viabilidad financiera de las entidades.

En el Meta y Casanare, las EPS intervenidas tienen una importante participación en el mercado. En el Meta, Nueva EPS tiene 221.248 usuarios y Sanitas tiene 183.078 usuarios.

En Casanare, Nueva EPS tiene 140.700 usuarios y Sanitas tiene 97.926 usuarios por lo que la intervención de estas EPS podría tener un impacto significativo en la atención de los usuarios en ambas regiones.

Ante este panorama, Periódico del Meta consultó la opinión de los usuarios en Villavicencio para conocer de primera mano sus experiencias con la atención que reciben en estas entidades.

De los diez usuarios de las dos EPS intervenidas estos manifestaron no tener ninguna inconformidad con el servicio hasta el cierre de esta edición y pasada más de una semana de la intervención.

Mientras que la Nueva EPS algunos dijeron que incluso “llevo más de dos años, para las citas médicas todo muy bien, lo único son los procedimientos que son muy demorados. Mi esposo lleva casi un año esperando una cirugía de una hernia discal y no la hemos podido hacer“.

Asimismo, en Sanitas, los afiliados manifestaron que “por el momento me ha cumplido bien los estándares referentes a mis hijos, como citas y todo lo que tiene que ver con el sistema de salud“, “Me ha parecido una EPS muy rápida“, y “Llevo más de 10 años y ha sido muy buena“.

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Respecto a la preocupación de los afiliados por una posible interrupción de tratamientos y servicios, las autoridades de las EPS intervenidas y la Superintendencia de Salud han sido enfáticas en garantizar la normalidad en la atención y la entrega de medicamentos.

Julio Alberto Rincón Ramírez, agente interventor de Nueva EPS, afirmó que “el objetivo de esta intervención es cumplir con la misión que tenemos dentro del sistema, que consiste, básicamente, en cuidar y preservar las condiciones de salud de todos los afiliados.”

Por su parte, el Superintendente Nacional de Salud, Luis Carlos Leal Angarita, mencionó que “es importante que toda la población afiliada a estas EPS tenga la certeza de que las funciones de las mismas van a continuar. No tienen que incurrir en ningún tipo de trámite administrativo o burocrático. Durante todo este proceso se va a garantizar la continuidad de la prestación de servicios tanto para usuarios como para prestadores de servicios de salud”.

Sin embargo, el grupo Keralty, controlador de la EPS Sanitas, que tiene 43 años de experiencia en el sector, calificó la medida como “improvisada, ilegal, desproporcionada y discriminatoria” y considera esta una acción injustificada por parte del ente regulador.

Asimismo, el grupo señala que es falso el supuesto número de quejas que “supere significativamente el promedio nacional” contra la EPS, como indica el documento de la intervención.

Para Martha Herrera, de la Fundación Colombiana para Enfermedades Huérfanas y usuaria de Sanitas, las EPS que han sido intervenidas por el Estado son las que más barreras y dificultades ponen a la hora de un diagnóstico, un tratamiento adecuado y la entrega de medicamentos a sus pacientes.

“Tal determinación gubernamental por experiencias muy conocidas llevan al deterioro en la salud de pacientes con enfermedades huérfanas, ya que no reciben a tiempo los medicamentos ni mucho menos hay diagnósticos que permitan identificar una patología huérfana que pone en riesgo su vida”, dijo Martha Herrera.

Por su parte la presidente de la Cámara Colombo Americana, AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, explicó que los pacientes y su oportuna atención médica deben prevalecer sobre cualquier consideración de la Superintendencia de Salud sobre la EPS Sanitas.

“La intervención de la EPS Sanitas por parte de la Superintendencia de Salud deja muchas dudas y preocupaciones como por ejemplo la garantía de la buena atención a los 5,7 millones de pacientes; que la empresa cuente con todas las garantías en el proceso, que haya respeto a la propiedad privada y que todas las acciones estén enmarcadas en el respeto a la Ley y la Constitución”, puntualizó la dirigente gremial.

Por su parte, la Asociación Colombiana de Salud Pública (ACSP) Propone una serie de medidas para transformar el sistema de salud, incluyendo reabrir el debate sobre la reforma estructural a la salud en el Senado de la República, fortalecer la vigilancia y control de los recursos públicos por parte de los organismos de control, transformar las EPS en gestores territoriales de salud, orientados por los principios del bien común y el uso racional de los recursos, abrir mesas de concertación en las regiones para discutir la transformación del sistema de salud, entre otros.

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