70% de pacientes con asma no tienen tratamiento
- Publicado en May 07, 2023
- Sección Contenidos especiales
Lo primero es la buscar un diagnóstico oportuno, porque muchos pacientes tienden a normalizar los síntomas, llegan a consultar cuando la patología está muy avanzada.
Según el Ministerio de Salud y Protección Social, se estima que aproximadamente 1 de cada 8 colombianos sufre de asma, convirtiéndose así en la segunda patología respiratoria crónica más relevante en el país, después de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
Visto así, un número importante de la población sufre la enfermedad, que como lo indica Lina Claudia Santos Hernández, presidente de la Sociedad de Médicos Generales, se ha ido normalizando sin serlo. Pero, ¿en qué consiste la condición? La neumóloga y médico internista, Audrey Piotrostanalzki Vargas, miembro de la Asociación Colombiana de Neumología y Cirugía de Tórax, explica que “el asma es una enfermedad bronco-obstructiva es decir, de obstrucción de los bronquios, que se caracteriza por la presencia de una sensación de ahogo, de falta de aire, silbido de pecho y tos”.
“Además, se diferencia de otras enfermedades, en donde también se obstruyen los bronquios, al tener una reversibilidad o una respuesta positiva al broncodilatador en la espirometría, que es una de las pruebas diagnósticas útiles para la confirmación o descarte de la enfermedad”. A su definición añade que, “puede aparecer en niños o en adultos tanto por primera vez como en una reactivación de la enfermedad. Su frecuencia se ha descrito más en niños que en adultos, y su prevalencia general es del 12 % en Colombia. Es una enfermedad crónica, pero que tiene control”, puntualiza.
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Ambientes seguros y prevención
El impacto de enfermedades como esta es real y se evidencia en casos como el de Rocío Carpio Flórez, una mujer de 42 años que vive en Corozal, Sucre, quien desde los 21 años batalla contra el asma, enfermedad que cambió por completo su vida, pues siendo tan joven tuvo que decidir entre hacer las cosas que alguien de su edad haría, como salir a cualquier hora a disfrutar de un paseo al campo, un viaje con amigos, a bailar en las noches, hacer deporte, hasta trabajar, o cuidar su salud para vivir.
Ella es madre de cuatro hijos, dos de ellos nacieron antes de la confirmación de que padecía de un asma grave y los otros dos llegaron luego, incluso su tercer hija tuvo que nacer de seis meses, porque los médicos por precaución, decidieron que era necesario, ya que los episodios de ahogo y la dificultad para respirar de Rocío, las ponían en riesgo. Y es que los cambios para procurar una vida libre de factores detonantes para el asma, la han llevado a ella y su familia hasta tumbar su casa; reconstruirla y convertirla en una especie de urna de cristal, construida especialmente para ella, libre de humedad, polvo, ácaros, extremadamente limpia; un espacio seguro para procurar un ambiente libre de factores que exacerben la enfermedad.
El caso de Rocío es complejo, y aunque ella consultó en cuanto empezaron los síntomas, su cuadro no puede compararse con el de ningún otro paciente, cada uno es un mundo frente a la enfermedad y ante las barreras que puedan presentarse. Al respecto, dice la doctora Santos, lo primero es la búsqueda de un diagnóstico oportuno, porque muchos pacientes tienden a normalizar los síntomas, llegan a consultar cuando la patología está muy avanzada, “los remedios caseros y los mitos demoran los diagnósticos y la atención”.
Por otra parte, está la distribución de los medicamentos. “Es claro que en Colombia tenemos dificultades, mucho más en ciertas regiones del país e incluso en las ciudades principales, como lo que ha sucedido recientemente, con el desabastecimiento de ciertos medicamentos, y aquí las tutelas y el apoyo de las asociaciones de pacientes es clave para el acceso a ellos y a los procedimientos, y otro aspecto es que es difícil cambiar los entornos que rodean a estos pacientes, como la humedad en sus hogares, el polvo o el frío, estos son factores que deben y pueden controlarse”, enfatiza la presidente de la Sociedad de Médicos Generales.
Frente a ello es primordial conocer aquellos factores que predisponen una reacción asmática de manera exagerada, producto de diferentes desencadenantes dentro de los que se encuentran la exposición a alérgenos como los ácaros del polvo doméstico, presente en las camas, alfombras y muebles; la caspa de los animales de compañía; los pólenes o los hongos; la contaminación atmosférica; el humo del tabaco o fumar, por supuesto, y los irritantes químicos en el lugar de trabajo o el hogar, así como la obesidad.
Igualmente, y algo muy importante es que puede existir un factor genético como lo explica la doctora Audrey Piotrostanalzki, quien dice que el asma tiene un entorno de base, una predisposición genética, que cuando se encuentra en un medio ambiente que tenga los estímulos favorables para la aparición de la enfermedad, hacen que se presente. Son entornos o condiciones que pueden darse tanto en la niñez como en la edad adulta. Diferentes tipos de exposiciones y situaciones que pueden predisponer la aparición de la enfermedad.
“Situaciones como los nacimientos prematuros, la prematuridad. También la presencia de infecciones respiratorias, que cuando son graves o repetitivas, y que pueden generar cambios a nivel estructural pulmonar, llevando a un asma postinfecciosa, entre otros aspectos”, indica la especialista.
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