jueves, 28 de marzo de 2024

Así se comportan los hijos de la pandemia


Así se comportan los hijos de la pandemia 1
Foto tomada por Johannes Duque.
JM
Jhon Moreno
  • Publicado en Jul 29, 2022
  • Sección Región

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De acuerdo con los expertos, la crianza de los bebés que nacieron en pandemia no ha sido fácil debido al confinamiento. Además, la posterior crisis social ha repercutido en las tasas de embarazo y de natalidad. 

La pandemia, el paro nacional, la emigración a Estados Unidos y la incertidumbre por el futuro del país, son algunas de las razones por las cuales los metenses habrían dejado de tener hijos, al menos durante el primer semestre del 2022, en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Así se desprende de las cifras de partos atendidos por el Hospital Departamental de Villavicencio, que reportó un descenso mes por mes en comparación con el 2021. Veamos: solo contrastados los meses de junio, mientras que el año pasado se atendieron 301 partos, para este año ese número de mujeres cayó a 264. 

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Aunque aún no hay estudios científicos respecto al impacto que tuvo el confinamiento y la crisis económica frente a los nacimientos, es claro que la incertidumbre por el futuro y darles bienestar a los bebés nacidos en pandemia juega un papel crucial”, dice Claudia Marcela Rozo, directora de Terapia Ocupacional de la Universidad del Rosario.

La cifra semestralizada confirma esa tendencia a que menos mujeres están quedando en embarazo. En total, en el primer semestre del 2021 fueron atendidas en el Hospital Departamental 1.976 de ellas, mientras que este año bajó a 1.682 mujeres, eso quiere decir un descenso del 14.8 por ciento.

Nueve meses después

El descenso de mujeres atendidas para tener a sus bebés bajó, incluso si se toma como referencia los nueve meses después de iniciado el confinamiento y el periodo más intenso de encierro que fue abril del 2020. 

En este caso, el periodo de gestación estaría terminando en enero del 2021 cuando se atendieron apenas 306 partos, 30 bebés menos nacidos que en el 2020 y 24 menos que en el 2022.

El fenómeno de descensos en los embarazos y los partos luego de la pandemia ya ha sido referenciado por periódicos como el Chicago Tribune de Estados Unidos, el cual concluyó que en Estados Unidos “el año 2020 estuvo marcado por otra anomalía: un repentino y brusco descenso de las mujeres que quedaron embarazadas. La disminución de los nacimientos pudiera ser del orden de 300 mil a 500 mil nacimientos menos en 2021”.

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Este diario hizo incluso un análisis histórico para tratar de explicar el fenómeno: “(…) los economistas Melissa Kearney y Phillip Levine, extrapolaron dos crisis históricas. Durante la pandemia de gripe española de 1918-1919, las tasas de natalidad cayeron bruscamente con cada una de las tres grandes oleadas de muertes. Durante la Gran Recesión de 2007 a 2009, el descenso de la natalidad se correlacionó con el aumento del desempleo”, afirma.  

Sin embargo, hay historias como la de Pablo, un funcionario público en Villavicencio que llevaba más de cinco años buscando que su esposa quedara embarazada y en plena pandemia logró el milagro. Hoy su hijo tiene 18 meses y aspiran a que la situación económica mejore para darle lo que necesite.

El efecto del encierro fue positivo porque al estar más tiempo juntos, compartir momentos, benefició que ella quedara en embarazo. Tal vez el mayor estrés que tenía antes en la oficina hizo que perdiéramos un bebé”, dijo.    

Pese a que es difícil cuantificar los efectos de la pandemia, un informe del Fondo Nacional de Población (Unfpa) muestra que, por ejemplo, desatender los servicios de salud sexual y reproductiva en la pandemia, por darle prioridad a la atención del covid-19, se traducirá en “2,2 millones de embarazos no deseados, más de un millón de abortos, 3.900 muertes maternas y 51.400 muertes infantiles al final del año”.

Así se comportan los bebés del confinamiento

Igual que nadie estaba preparado para afrontar una pandemia en el mundo, la crianza de los bebés que nacieron en confinamiento no ha sido fácil y empiezan a aparecer las consecuencias de niños y niñas crecidos en el encierro.

La directora de Terapia Ocupacional de la Universidad del Rosario, Claudia Marcela Rozo, advirtió que la experiencia en psicología clínica indica que, por ejemplo dichos bebés son más susceptibles a los ruidos.

Tienen dificultad a tolerar la presencia de otras personas diferentes a sus familiares porque han pasado encerrados por lo que son menos sociales. También nos hemos encontrado que tienen dificultades con el desarrollo motor como por ejemplo que empiezan a gatear y a caminar más tarde”, dice la profesional.

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El control de esfínteres ha sido otra problemática encontrada por algunos pediatras: resulta que como permanecían más en casa, pues era mejor tener el pañal más tiempo y como no había perspectiva de salir de casa, no se educó en el uso de la bacinilla.   

Agregó que estas conclusiones son resultado de las prácticas profesionales, las consultas y así como el intercambio de experiencias con otros colegas, pues hasta ahora no hay estudios científicos comparativos.

Un amigo neurólogo me dijo hace unos días que ha visto un incremento en las consultas por problemas de lenguaje porque hay niños que no han sido estimulados en ese aspecto debido al contexto. El confinamiento impactó a toda la familia”, explicó la profesional de la Universidad del Rosario a Periódico del Meta.

Recomendaciones

Sin dudarlo, la directora de Terapia Ocupacional manifestó que una de las principales sugerencias es estimular el juego entre los bebés, niños y niñas, pero en especial aquellas actividades que sean al aire libre.

Estar en un parque, en escenarios con obstáculos que no sean peligro para ellos incentiva el proceso de desarrollo. Es necesario motivarlos a que toquen texturas, experimentar sensaciones y obviamente retomar la presencialidad escolar”, dijo Claudia Marcela Rozo, quien agregó que se debe tener más atención con los retrasos en peso y talla.

Añadió que ojalá se restringieran más las pantallas tecnológicas totalmente y su experiencia fuera de más actividad física y el contacto con otros niños, moverse en espacios que le representen retos.   

Puntualizó diciendo que la baja en nacimientos podría ser consecuencia de las depresiones y afectaciones mentales que están comprobadas y que provocan trastornos hormonales.  

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JM
Jhon Moreno

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