Con el Aguardiente Llanero, el Meta podría recibir otro golpe a sus finanzas

- Publicado en Oct 18, 2024
- Sección Región, Lo Mas Reciente

Si se termina el monopolio de los aguardientes en Colombia, se añadiría otro descuento a las ya menguadas finanzas del departamento, esta vez para el sector salud y el deporte.
La Corte Constitucional tiene en sus manos el análisis de las demandas contra el llamado monopolio rentístico del aguardiente que, de acabarse, significaría un duro golpe no solo contra la Unidad de Licores del Meta sino a las finanzas de la salud en el departamento.
Son tan importantes esos recursos que esa dependencia departamental ha transferido más de 24.160 millones de pesos por impuesto al consumo a programas y proyectos de salud, educación y deporte en el Meta, desde el año 2020 a julio del 2024.
Como lo define la norma, el monopolio como arbitrio rentístico sobre los licores destilados es la facultad exclusiva del Estado para explotar directamente o a través de terceros la producción e introducción de licores destilados, para organizarlos, regularlos, fiscalizar y vigilarlos.
Ni más ni menos es la posibilidad de que cada departamento pueda producir su marca de licores y venderlos en sus regiones para procurar cierto nivel de ingresos con el fin de atender sus obligaciones, en especial dineros dedicados a la salud.
Sin embargo, a raíz del cierre de fronteras que se aplicó en algunos departamentos contra el Aguardiente Amarillo de la Industria de Licores de Caldas, se han interpuesto demandas para que el debate se traslade al campo de la libre elección que tienen los consumidores de elegir qué trago desean consumir, argumentando el artículo 78 de la Constitución.
Resulta que el artículo 28 de la Ley 1816 de 2016, que es la que regula ese monopolio “faculta a los departamentos para que ejerzan el monopolio de licores por producción directa o por contrato para suspender la expedición de los permisos de introducción de aguardiente nacional o extranjero en sus jurisdicciones“. Esto significa que salvo permisos especiales de los gobernadores, los aguardientes de otros departamentos no se pueden vender en los demás.
El mercado de licores destilados en el país está sometido a monopolio rentístico estatal, lo que significa que una porción de las rentas que produce esta actividad pertenece por derecho a los departamentos. De esta manera, los gobernadores otorgan permisos temporales a personas de derecho público o privado que quieran comercializar licores destilados dentro del departamento.
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Ahora bien, hay posturas como el de Henry Gutiérrez, gobernador de Caldas quien afirma que “no es justo que un gobernador determine cuál es el aguardiente que se puede tomar“, aunque propende por un mercado abierto, competitivo, pero regulado.
Jorge Rey, gobernador de Cundinamarca indicó que “reducir más ingresos a los departamentos provoca una grave herida al proceso descentralizador y a la intención del constituyente en su momento”.
Aunque la gobernadora del Meta, Rafaela Cortés, al ser consultada sobre el caso prefirió no referirse al tema e indicó que “estaba más concentrada en defender los dineros de las regalías”, lo cierto es que también por cuenta de la decisión de la Corte Constitucional, se perderían más recursos y se le estaría dando un tiro de gracia a la Unidad de Licores.
Precisamente, Giovanna Lovo Ortiz, gerente de la Unidad de Licores del Meta, explicó a PDM que acabar con el monopolio de licores de las entidades territoriales no sería conveniente para nuestro Aguardiente Llanero.
Sostuvo que sería contraproducente porque las grandes industrias son el 94% del mercado colombiana de licores, y está representado en las empresas de licores de Antioquia, Cundinamarca, Caldas y Valle. Todas las demás: Nariño, Cauca, Tolima, Meta, Chocó y hasta putumayo, sumamos el 6% dentro de este gran mercado
“Entonces la presencia de estas grandes marcas con unas grandes opciones financieras destinadas a marketing, promoción, publicidad y posicionamiento no nos permitirían igualdad de condiciones para competir por el consumo de nuestros aguardientes regionales”, aseguró la funcionaria.
Mientras en otros departamentos como Cundinamarca y Antioquia la venta de Aguardiente Amarillo fue prohibida (lo que produjo la demanda), en el Meta ese licor entró como “Pedro por su casa”, afectando la presencia de marca. Prácticamente no había una discoteca o bar que no tuviera la publicidad de Amarillo en su entrada, robándole un mercado importante a Llanero.
Además, Lovo Ortiz llegó a apagar un gran incendio que hay en esa dependencia. Si la Corte Constitucional determina mantener los monopolios, la Unidad de Licores del Meta se enfrentará a los números en rojo de sus estados financieros: esta dependencia arrojó pérdidas en 2023 por más de 205 millones de pesos, pese a tener ventas superiores a los $6.504 millones.
Para expertos contadores, es claro que la entidad tiene pasivos muy altos que debieron ser revisados este año de manera urgente. De acuerdo al informe financiero del 2023, en diciembre pasado el pasivo total era de 4.736 millones de pesos.
“Este año retomamos la presencia en la mejor discoteca de la ciudad y una de las mejores del país como lo es Los Capachos, una gran vitrina comercial; en Cundinamarca, pero especialmente en Bogotá, tenemos venta en Almacenes Éxito, donde ya está nuestro Aguardiente Llanero. Hemos fortalecido la presencia en el mayor canal de venta para cualquier producto como son los almacenes de cadena y las visitas a nuestros tenderos”, explicó la gerente de la Unidad.
Con todo, el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, quien tiene en sus manos el grueso del expediente, ha admitido la complejidad del caso, porque no solo se sentará jurisprudencia en lo comercial, sino que “es la definición de hasta dónde puede llegar el legislador en la restricción de la libertad humana”.
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