Estas son otras tragedias que ha dejado la vía al Llano
- Publicado en Jul 18, 2023
- Sección Región
A tan solo un día de haber anunciado una doble calzada del 100%, la vía Bogotá – Villavicencio vuelve a ser noticia, pero esta vez al estar inmersa en una nueva tragedia.
La avalancha en la vereda Naranjal en el municipio de Quetame, puso los ojos del país en la vía al Llano, la cual desde décadas se ha visto amenazada por la naturaleza. Hoy recordamos otros desastres que han cobrado vidas.
El 28 de junio de 1974, un derrumbe marcó el sector de Quebrada Blanca. Esta zona era uno de los puntos más críticos en ese momento, lo que generaba deslizamientos constantes.
Ingenieros del Distrito 13 de Carreteras descubrieron una grieta, desde el Ministerio de Obras Públicas y Transporte se previó el derrumbe e intentaron acelerarlo para que ocurriera de manera controlada.
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Tres días antes de la tragedia, el paso vehicular se encontraba restringido por lo que se concentraba gran flujo vehicular en la vía. Fue a las 3:55 de la tarde cuando el camino se tornó oscuro. La montaña se vino abajo, entre lodo y piedras más de 300 personas perdieron la vida y cientos de cuerpos no pudieron ser hallados.
La zona fue declarada camposanto y tomó entre 4 a 6 meses para restablecerse.
Según relata el periodista Rubén Darío Romero, quien tienen alta experiencia cubriendo este tipo de sucesos en la vía al Llano, es común que estos eventos se presenten durante los meses de junio y julio.
La noche del 2 de agosto de 1991, entre Puentequetame y Cáqueza, Omar Enrique Vacca, alcalde de ese entonces, perdió la vida al ser impactado por rocas que se desprendieron de una montaña. Vacca se encontraba haciendo inspección del sector por derrumbes.
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13 años después, el 21 de junio del 2004, una avalancha en el kilómetro 46+200 en Quetame (Cundinamarca) provocó el cierre de la vía al Llano. La quebrada Estaquecá arrastró hacia la carretera una gran cantidad de piedra y lodo, aproximadamente 2.000 metros cúbicos de este material. Dos jóvenes de aproximadamente 22 años fueron las víctimas fatales de este suceso.
“Estaquecá, Naranjal y Limoncitos, esos tres sectores son muy vulnerables porque llueve mucho. Hay mucha inestabilidad (…) Toda esa cantidad de piedra y lodo afecta la vía y va destruyendo lo que encuentre en su camino”, explicó el periodista.
Romero, también añade que después de que Quebrada Blanca dejara de ser el punto crítico en la vía, la amenaza se trasladó para el sector de la Estaquecá.
No se puede pasar por alto el cierre que tuvo la vía en el 2019. Durante tres meses, desde el 15 de junio hasta el 16 de septiembre se impidió el paso desde los kilómetros 57 y 58 + 500 metros antes de llegar a Guayabetal a causa de la caída de más de 250 mil metros cúbicos de tierra, dejando grandes pérdidas económicas.
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