José Iván, la voz que evoluciona

El periodista y locutor, que llegó a los 40 años de vida profesional, dice que la tecnología ha hecho caer en el facilismo para hacer periodismo con la gente. 

Uno de los primeros recuerdos que tiene José Iván Aguilar de niño, era cuando su padre Elías, acostado en un chinchorro, escuchaba noticias en un radio. Era Puerto Rondón (Arauca), donde había nacido, y donde tuvo su primer contacto con los medios de comunicación y los grandes locutores de ese entonces. 

Como sucede con muchos profesionales que se hacen de manera empírica, Aguilar llegó a trabajar a la radio por casualidades de la vida. Cuando tenía apenas unos 16 años, era arquero de la selección Meta de fútbol y su objetivo era terminar el bachillerato en el colegio La Salle de Villavicencio, a donde lo había mandado su papá a estudiar en 1980.

Como era presentador de los eventos en el colegio, alguna vez el periodista Héctor Julio Chaparro lo invitó a un programa de deportes en Radio 5, emisora de Caracol en Villavicencio. Como era diciembre, ya la actividad deportiva se había reducido, por lo que él lo único que acertó a decir cuando le abrieron por primera vez micrófono al aire fue:  7 de la noche 17 minutos y volvieron a cerrar el micrófono.

“Fue el 17 de diciembre de 1981. Ese fue mi inicio en la radio. Hoy la emisora se llama Lux Dei, sin embargo, ocho años después, fue Henry Pava el que me motivó a montar un noticiero en Ondas del Meta con el nombre de Noticias Ya. Más tarde montamos el primer noticiero en FM con Marco Antonio Franco, en un momento en que las emisoras en frecuencia modulada solo eran musicales. Aunque muchos los comparaban, el formato de Sánchez nació en 1991 con un programa de Caracol llamado Viva FM, es decir tres años después de José Iván. 

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“Es muy curioso porque algunos nos comparaban, pero en esa época Julio Sánchez ni siquiera se escuchaba en Villavicencio. Lo cierto es que no nos limitábamos a leer boletines y por eso algunos decían que lo que yo hacía no era un noticiero sino un magazín. Al cabo de los años, si de algo me siento orgulloso, es haber marcado un estilo diferente para presentar las noticias”, explica el periodista.

Ese estilo es parte de la evolución que caracteriza a este periodista araucano, padre de cinco hijos: cada vez que ha tenido que cambiar, lo hace con todo. Él mismo admite que a veces, sin planear ni proyectar, se lanza a proponer cosas novedosas para ver cómo va aprendiendo sobre la marcha y corregir si es necesario.

Por eso, cuando fue necesario transformarse de la radio, donde había estado toda la vida, a unas plataformas multimedia que combinara con la televisión, lo hizo sin pensarlo mucho. Hoy, Noticias Ya sale en diferentes formatos que combina video, radio, televisión y páginas web.

“No todo ha sido positivo. Creo que lo más difícil fue el atentado que sufrí en el 2003 que me obligó a exiliarme. Por ese atentado perdí mi hogar, mi patria y hasta Noticias Ya, cuya marca quedó luego en un enredo de separación de bienes que por fortuna pude recuperar. Lo que me hace volver a Colombia, en realidad, era que no quería perderme el crecimiento de mis hijos”, recuerda.

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Ve como una amenaza clara al periodismo, el facilismo tecnológico con el que muchos hacen el oficio y nos olvidamos del periodismo puro, de las historias.  

“Yo tomé la decisión de que las fuentes oficiales no deben ser necesariamente las fuentes de noticias o que los hechos de guerra y narcotráfico deben ser obligatorias en los medios. En ese facilismo del oficio también han caído quienes dicen tener muchos seguidores en redes, pero se limitan a transmitir en vivos sin ningún contexto”, asegura Aguilar.

Y puntualiza: “Hay muchas herramientas tecnológicas que nos permitirían hacer muchas cosas, pero que no las usamos porque preferimos caer en el periodismo facilista”.

Al cabo de los años espera tener la fortaleza de su padre, quien falleció recientemente, quien hasta último momento estuvo verificando que su hijo, como el locutor que escuchaban en el radio de Puerto Rondón, estuviera al frente del micrófono, trabajando y al aire.

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