Villavo: lejos de ser una ciudad moderna

A pesar de ser la puerta al Llano y capital del departamento del Meta, al parecer, Villavicencio aún no escala al nivel suficiente para considerarse una ciudad moderna.

Recientemente el Departamento Nacional de Planeación, a través de la Dirección de Desarrollo Urbano, publicó el Índice de Ciudades Modernas 2023 (ICM), un indicador que permite determinar los avances y retos en las ciudades y municipios del país.

Es importante resaltar que, de acuerdo con el ICM, una ciudad moderna es aquella que brinda calidad de vida a sus habitantes desde una perspectiva multidimensional, abarcando la gobernanza, participación e instituciones; productividad, competitividad, participación y complementariedad; seguridad; sostenibilidad; ciencia, tecnología e innovación; equidad e inclusión social.

Es diferente al Índice de Competitividad, en el que también la capital del Meta aparece retrasada.  

En el caso del ICM, este análisis a diferentes escalas territoriales se mide con un puntaje de 0 a 100, en donde 0 a 20 es muy bajo, 20 a 40, bajo, 40 a 60 medio, 60 a 80 alto, y 80 a 100 muy alto.

Villavicencio se encuentra en el nivel medio ocupando la posición número 19 con 49 puntos, después de Pasto (57 puntos), Armenia (57 puntos), Montería (57 puntos), Neiva (56 puntos), Ibagué (56 puntos), Cartagena (53 puntos), Popayán (52 puntos), Valledupar (50 puntos), Riohacha (50 puntos) y Santa Marta (49 puntos).

Para la capital metense, esto sería un puntaje regular, según explicó el urbanista Raúl Marino a Periódico del Meta, ya que la cifra está por debajo de la media nacional que fue de 53 en el 2023. 

Discriminando por dimensiones, entre los más bajas para la ciudad está el de la gobernanza: “El puntaje está también por debajo de la media nacional, y en la dimensión Gobernanza, Participación e Instituciones, esto indica que se deben hacer mayores esfuerzos en fortalecer la participación ciudadana activa en la toma de decisiones en la ciudad”, señala Marino.

Asimismo, la seguridad se presenta como el mayor reto. El profesional indica que en esto Villavicencio obtuvo una de las calificaciones más bajas del país, resaltando así la necesidad urgente de que desde la nueva administración se creen estrategias para mejorar las condiciones que afectan de manera grave el bienestar de la población.

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A lo anterior se añade el punto de vista del economista Mario Romero, quien subraya que mientras que el índice nacional en seguridad es del 59, en Villavicencio es del 41.

Romero también destaca que otra dimensión por fortalecer es la de Productividad, competitividad, participación y complementariedad: “Es claro que el grado de importancia de la ciudad no es suficiente para la relación producción – ciudad”.

Entre los factores que pueden intervenir en que Villavicencio no escale al nivel alto, el economista considera que están: el rezago en componentes relacionados a la conectividad interna y externa de la ciudad, el número de universidades acreditadas en alta calidad, la importancia económica, el riesgo en la calidad de agua, y lo relacionado al valor agregado sin actividades extractivas como del área municipal.

“Nosotros tenemos un margen amplio para mejorar frente al ICM, y para lograr un desarrollo sostenible y moderno es necesario apuntarle a esas prioridades que están afectando las medidas del índice para la ciudad. Que, en pocas palabras, van unidas a que Villavicencio tiene un concepto de un modelo productivo débil frente al resto del país, y al interior de la ciudad no se genera una actividad productiva sostenible que demande mano de obra calificada, garantice el desarrollo de un sistema productivo que brinde empleo a la sociedad, y también está el tema de la conexión, el sistema de agua, entre otros”, recalcó Romero.

Finalmente, en lo que compete al departamento, el Meta también se encuentra en el nivel medio, con la diferencia de que ocupó la posición 19 y marcó menos puntos: 44.

No obstante, es importante destacar en el ranking departamental, únicamente Bogotá logró el nivel alto.

Aspecto ambiental del Meta en el ICM

En lo referente a la sostenibilidad, según el ICM, en 2022 se rompió la tendencia de aumento de la deforestación de los últimos dos reportes anuales (2020 y 2021). El país logró disminuir las hectáreas deforestadas a cifras que no se presentaban desde 2015.

No obstante, el 81% del área deforestada en 2022 se concentró en jurisdicción de 8 departamentos: Meta, Caquetá, Guaviare, Putumayo, Antioquia, Chocó, Norte de Santander y Nariño (Ideam – MADS, 2023).

Cabe mencionar que los parques nacionales naturales Tinigua y Sierra de La Macarena, ubicados en el Meta, son los que registran mayores áreas deforestadas a nivel nacional; el primero presenta 4.871 áreas deforestadas de 201.875, mientras que Sierra de la Macarena 2.722 de 619.438.