Cuando el teatro va más allá del escenario

 Por Katherine Cruz

Las Cayenas es un grupo de mujeres que sufren la pérdida de alguno de sus seres queridos y que por medio del teatro expresan su dolor y sus experiencias buscando respuesta y ayuda para al menos encontrar los restos de sus hijos y darles sepultura.

Este es uno de los grupos de teatro que, desde las tablas, han aprendido a desahogarse y con una línea argumental, pero con libretos que se improvisan con cada salida al escena, logran transmitir esa angustia de tener familiares desaparecidos.

Con una curaduría, producto de la investigación que indagó las expresiones artísticas de las víctimas como herramienta de comunicación, la exposición ‘Narrativas de la ausencia’, busca abrir espacios para que las personas víctimas de la violencia en el país encuentren lugares para expresar su verdad.

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Esta muestra hizo parte de la conmemoración reciente del Día de los Derechos Humanos en el auditorio de la Biblioteca Germán Arciniegas y en ella las mujeres expresaron su dolor y sufrimiento sobre cómo llevan décadas buscando a sus hijos, de la manera en que migran de entidad en entidad buscando que alguna de ellas la ayuda con su proceso.

La obra ‘Tras la verdad’ está construida a partir de las narrativas de ellas, las cuales son situaciones que vivieron. Lo particular de esta obra es que no quisieron solo salir a contar una historia de lo que les sucedió, sino representar de alguna manera más estética sus vivencias.

La obra comienza contando la vida cotidiana de las familias llaneras, el trabajo en el campo cultivando la tierra, cuidando los animales, etcétera. De ahí pasa al momento en que su ser querido, en especial los hijos de las actrices desaparecen, desencadenando un sufrimiento que llevan cargando por más de 15 años.

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Dentro de la obra expresan la forma en que, sin importar el peligro que las amenazaba, preguntaban y buscaban hasta en el último rincón sobre el paradero de su familiar desaparecido, hasta que muchas veces por tanto buscar fueron obligadas a abandonar sus tierras para proteger su vida.

Interpretan su lucha de ir de institución en institución del gobierno buscando ayuda para por lo menos obtener una señal de su ser querido.

Durante la obra contaron con el acompañamiento de la música llanera para recrear los municipios del Meta donde sucedieron las desapariciones. Como mensaje final manifestaron que sin importar cuantos años pasen, siempre estarán buscándolos.

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Las Corocoras

Las Corocoras del Llano es otro de los grupos de teatro, integrado por mujeres que llevan más de 18 años buscando a sus hijos desaparecidos.

Aunque las integrantes de este grupo llevan tres años realizando presentaciones en diferentes municipios, universidades, colegios o eventos culturares entro otros, para ellas nunca es fácil contar la historia de la pérdida de sus hijos.

La puesta en escena está llena de fotos y recuerdos de sus hijos e incluso en los trajes que usaban.

Su obra inicia con un canto donde expresan su sufrimiento y lo mucho que extrañan y recuerdan a su hijo o hija, durante toda la presentación hilan, como símbolo de ‘tejer la memoria’. Cada madre empieza contando su historia y cómo perdió a su descendiente.

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A pesar de que se han presentado varias veces es inevitable que a muchas de ellas no les siga causando dolor y sus ojos broten lágrimas cada vez que salen a escena a repetirlo una y otra vez.

A parte de la desaparición de su ser querido cuentan la historia de cómo les ha tocado luchar para sobrevivir en una ciudad que no conocían, trabajar en cualquier cosa para llevar un plato de comida a sus otros hijos e incluso muchas veces vivir con hambre y no tener nada para comer.

Asimismo, el amor de madre las ha llevado a enfrentarse con los jefes de la guerrilla o de los paramilitares para buscar explicaciones o al menos pistas de dónde pueden encontrar, al menos, los restos de sus seres amados.

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Cada una expone un objeto que le recuerda a su hijo, desde sus juguetes favoritos, el primer regalo del día de la madre, la radio donde escuchaban partidos de fútbol y hasta la olla donde solían guardarle la comida cuando llegaran a casa. Pueda que para muchas personas sean objetos sin mucho valor, pero para estas madres son una conexión directa con su pasado y su hijo.

“Nosotras sí apostamos a que el teatro nos puede ayudar en la búsqueda de nuestros seres queridos porque denunciamos, porque en medio de todo lo que nosotras hacemos y reclamamos alguien tiene que decirnos en tal parte los vi, alguna entidad tiene que saber algo acerca de nuestros hijos”, dijo Aliria de Jesús Marulanda Romero, integrante del grupo Corocoras.

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