Cuando los mejores amigos son héroes

Seguridad, ubicación de artefactos explosivos, detección de sustancias, búsqueda y rescate y soporte emocional, son algunas de las especialidades en las que han sido entrenados estos caninos. 

Ada, una labrador retriever de 4 años, fue entrenada por un soldado profesional del Ejército para ejercer labores de búsqueda de artefactos explosivos.

Como cualquier militar, la canina patrulló en San José del Guaviare en misiones de erradicación manual, donde gracias a su agudo olfato, su sensibilidad auditiva y su habilidad adaptativa, encontró varias minas antipersona salvando la vida de muchas personas. 

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Durante sus labores, Ada, con tan solo 3 años, sufrió de leishmaniasis y tuvo que suspender sus funciones de búsqueda para ser trasladada al Centro Canino en Villavicencio, donde se curó completamente. 

Sin embargo, Ada regresó a trabajar a La Macarena buscando explosivos, pero los químicos utilizados para fumigar los cultivos ilícitos la llevaron a padecer neuritis óptica, dejándola completamente ciega.  Su visión fue recuperada en un 40 por ciento gracias a una operación y su mirada sigue reflejando ternura. 

“Ada ya no cumple funciones en área, por ahora la tenemos en labores de soporte emocional en colegios y hospitales”, expresó Tamayo, comandante del Centro de Entrenamiento y Reentrenamiento Canino del Batallón de Ingenieros de Combate #7 general Carlos Albán Estupiñán y quien acogió a Ada hace un año. 

Por su condición, Ada muy pronto será retirada del Ejército para ser adoptada por el comandante, quien desde que padeció la enfermedad, ha estado luchando y entrenando con ella. “Ella es muy noble, si estás sentado en mi oficina, ella llega y te pone la trompa en la rodilla para que la acaricies”, cuenta el cabo Tamayo. 

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No es el caso de Untha, un canino de 7 años que, aunque le extirparon un tumor cancerígeno en el pecho y está a poco de cumplir el tiempo de labor, sigue activo y con la misma energía para seguir rescatando personas. 

“La mamá de Untha era mía, entonces él está conmigo desde que nació. Yo he visto su proceso y el avance que sigue teniendo”, dice el comandante, quien deja entrever que la relación de él y Untha es una especie de matrimonio indisoluble, su perro es leal a su guía y su amo incondicional con su animal. 

Untha, quien se especializó en la búsqueda y rescate de personas, es un canino muy rápido y ágil, tan así, que puede encontrar a una persona en condición de vulnerabilidad en menos de 5 minutos y no se retira de la víctima hasta que no llegue alguien o sea premiado. 

Actualmente, los héroes de cuatro patas, además de custodiar a los soldados como sus compañeros de batalla, son sus principales aliados en el avance de las operaciones que se desarrollan con profesionalismo y compromiso, contribuyendo a salvar vidas y construir país. 

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Cuando se dice que el perro es el mejor amigo del hombre, Ada y Untha, son el mejor ejemplo. Con su destreza y ternura, demuestran que están hechos para ejercer estas labores a pesar de las dificultades. 

Al tomarlos desde cachorros, que tienen una capacidad olfativa muy superior a la de un ser humano, 2 meses después de haber nacido entran en un proceso nutricional especial. Empiezan una etapa de estimulación neurosensorial para acostumbrarse al calor, al frío y a perder el miedo. 

Es así, como día a día, más de 120 caninos están siendo entrenados en el Centro de Entrenamiento y Reentrenamiento Canino del Batallón de Ingenieros de Combate #7 general Carlos Albán Estupiñán, para convertirse en grandes héroes como lo son Ada y Untha.

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