Editorial: Transición petrolera

Un discurso renovador fue el que se escuchó por parte de algunos sectores petroleros en el país, en relación con el papel que jugarán en Colombia sus empresas de cara a la reactivación económica, especialmente en el 2021.

En desarrollo de la tercera edición de la Cumbre del Petróleo y Gas, ‘Visiones de una nueva realidad’, que se realizó de manera virtual y que terminará hoy viernes, una de las conclusiones que dejó el evento es que la industria energética será eje fundamental en una reactivación justa, sostenible e incluyente, es decir, de quienes deseamos una “nueva normalidad” verdadera.

Germán Espinosa, Presidente Ejecutivo de Campetrol y representante del Comité Gremial Petrolero, indicó por ejemplo que “se deben construir nuevas relaciones contractuales y alianzas con libre competencia en contratos locales y regionales. Solo así haremos de Colombia un destino más atractivo para la inversión y le garantizaremos autosuficiencia energética a la ciudadanía”.

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Esta propuesta para que las empresas petroleras tengan un nuevo modelo de relacionamiento en el territorio, es una buena noticia y debe ser uno de los derroteros para que los municipios petroleros puedan acceder de manera real a los beneficios que trae la industria, muchas veces señalada de dejar más pobreza social que riqueza económica.   

“La pandemia nos ha señalado nuevas formas de hacer las cosas, nos ha dibujado nuevos horizontes, y para poder salir de la crisis debemos saber transformarnos, enfocándonos en cómo ser más competitivos como empresas, como sector y como país”, dijo Espinosa. 

Esto nuevos razonamientos de los gremios petroleros deberán ser trasladados en la práctica para generar esa credibilidad entre las comunidades. Pero sindicatos, ambientalistas y demás gremios deberán colaborar para que haya un ambiente de diálogo.

Porque así como es una realidad en el cambio de discurso de varios de los representantes de los hidrocarburos, también lo es que proyectos como los Yacimientos No Convencionales (YNC) no debe tirarse por la borda. 

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En este sentido, Daniel Yergin, vicepresidente del IHS Markit, una empresa analista de riesgos, explicó que de por sí existen visiones muy distintas de la transición energética vista desde los países desarrollados y los países en vía de desarrollo que requieren aumentar la demanda de los combustibles fósiles para combatir la “pobreza energética” y que esa transición sea más realista. 

Aunque Colombia es uno de los países de la región que más ha avanzado en materia de la transición energética, lo cierto es que en el corto plazo, para impulsar esa ansiada reactivación que todos necesitamos, se requiere mantener la autosuficiencia energética.  

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