Fertilizantes ‘made in’ Villavicencio, es posible

El ingeniero industrial Oscar Ardila, experto en desarrollo y seguridad territorial, plantea que es posible tener una planta de fertilizantes y esboza aquí su propuesta. 

Por Oscar Eduardo Ardila /Especial para Periódico del Meta 

Hace cerca de 10 años, se realizó un estudio para poner en funcionamiento en la ciudad de Villavicencio una fábrica de fertilizantes o abonos para hacer la tierra más apta para cultivarla. 

El objetivo de dicha fábrica era a partir del gas natural producir urea, un químico alto en nitrógeno para hacer las tierras del Meta más fértiles a costos más bajos.

Esta iniciativa resultaba una inteligente jugada en aquel entonces, debido a que el 99% de la urea provenía de países extranjeros, principalmente de países con alta producción de petróleo y gas como Rusia, Ucrania y Venezuela. 

Hoy en día, cuando las importaciones de urea para abonos de tierras siguen dependiendo de esos países, sumado a la situación de guerra por la que atraviesa Rusia y la crisis social que sufre Venezuela, ha provocado que los precios del gas aumentaran en los últimos meses y en consecuencia los abonos a base de urea se encuentren por las nubes.

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Por otro lado, en estos tiempos de campañas políticas, los candidatos utilizan constantemente eslóganes, que ya se convierten en frases de cajón: “Colombia la despensa del Mundo”; “la Orinoquia, la despensa de Colombia”, cuando se quieren referir al potencial de cultivos en nuestro país y región. 

¿No es necesario poder hacer que los campesinos, empresas y personas del común quieran volver al campo y hacerlo producir? Para que esto fuera posible es necesario que los costos de producción de alimentos bajen, lo cual hará que el costo de la comida disminuya y para eso se requiere que los abonos, insumos utilizados para cultivar bajen sus precios.

Por esta razón, la puesta en funcionamiento de una planta de producción de abonos en el departamento del Meta, el cual tiene la fortuna de ser el mayor productor de petróleo del país y goza de la cercanía de pozos de gas natural, generaría una nueva industria química que beneficiaría al campo de Casanare, Arauca, Vichada, Guaviare y toda Colombia.

Generar miles de empleos tanto en su construcción como en su operación diaria que daría empleo directamente a otros cientos personas en Villavicencio.

Para quienes no crean que sea posible realizarlo les compartiré los siguientes datos interesantes que puede abrirnos la mente hacia esa posibilidad: 

1) El proyecto tiene estudios que da luz verde para realizarlo desde el punto de vista de ingeniería 

2) Existen lotes de propiedad de la Gobernación del Meta de uso industrial, con licencia ambiental, por donde cruzan ductos de gas natural que hacen posible la producción de urea (abonos con nitrógeno) y mezclarlo con otros elementos para agregar fósforo y potasio para crear los muy conocidos abonos NPK, Triple 15 y Triple 18, entre otros, para hacer la tierra altamente fértil. 

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Si alguien se pregunta, ¿cómo pagarlo?, existen diferentes herramientas para llegar a ese fin. Expongo 3 opciones: 

1) Aportar una parte o en totalidad del Fondo Regional de Regalías, ya que se trata de un proyecto que beneficiaría a toda la región y que para comienzos del 2022 tenía disponible $198.000 millones según cifras del DNP sin invertirse y que cada 2 años se puede incrementar dicho valor, producto de la venta de nuestro petróleo. 

2) Realizar una alianza público privada (APP), para que entre los gobiernos locales y privados que conocen esa industria en conjunto pongan en marcha la fábrica 

3) Alianza con Ecopetrol, empresa comercial del estado que tiene la capacidad técnica y financiera para poner en marcha un proyecto de tal magnitud.

Por eso hago un llamado, a los aspirantes a gobernantes, gobernantes actuales, gremios y privados a impulsar este proyecto u otros similares que reactivaría de manera indirecta al campo de nuestra región y, muy importante, hacer que el precio de la comida disminuya y no esté sujeto a la situación de países extranjeros, contribuyendo a la soberanía alimentaria de nuestro departamento.