Mujeres metenses, sin óptima calidad de vida

Mientras que el índice de pobreza multidimensional disminuyó a nivel nacional, la problemática para las mujeres del Meta parece ir en aumento. 

Por Lina Herrera

La pobreza multidimensional, aquella que mide el acceso a la educación, salud y condiciones de vivienda y servicios públicos, afecta más a las mujeres que a los hombres en el Meta.

Así lo evidencia el Índice de Pobreza Multidimensional realizado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el cual se señala que el 13,7% de ellas sufre esta condición, frente al 12,3% de los hombres metenses.

Incluso, los niveles de esta pobreza que afectan a la población femenina está por encima del promedio nacional, ya que la tasa de colombianas en pobreza multidimensional está en 13,2%.

Si se comparan los datos con lo registrado en el 2022, el panorama sigue siendo negativo. Durante ese año, la cifra de las mujeres en el departamento fue 12,6%, y de los hombres el 10,4%. Por ende, ambos porcentajes aumentaron, pero las mujeres continúan liderando en este tipo de pobreza.

Teresa Alvarado, socióloga y cofundadora del Espacio de Interlocución y Concertación para el Seguimiento de la Política Pública de Equidad de Género para las Mujeres del Meta (Eicos), explicó a Periódico del Meta las posibles causas por las que las mujeres en el departamento permanecen en esta condición, entre estas el conflicto armado y la educación.

“Una de ellas es el conflicto armado, ya que los índices que llevan a hablar de la pobreza multidimensional son varios. Las mujeres no acceden fácilmente al sistema de educación, muchas de ellas egresan y se encuentran en edades extraescolares. En el área rural, sobre todo, no hay instituciones educativas que respalden la educación de las mujeres”, explicó la socióloga.

En especial, para las mujeres de la ruralidad, las condiciones no son óptimas. De acuerdo con Alvarado, los servicios para ellas son deficientes y casi inexistentes, agregando la falta de acueductos comunitarios, sistema sanitario, y servicios complementarios como la salud, bienestar, recreación, entre otros.

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“Definitivamente hay mujeres y jefes de hogar que están en estado de pobreza, pero las mujeres que más están afectadas en el tema de pobreza son las del área rural, sobre todo en los municipios de las áreas del conflicto. Contradictorio también, los municipios en donde se encuentra el petróleo; por la dispersión rural, los servicios quedan lejos, entonces las mujeres y las niñas no van a estudiar y eso va generando una brecha entre lo que son las mujeres actuales y si las rutas que ellas han seguido para satisfacer estos derechos fundamentales”, añadió.

No obstante, las mujeres del área urbana no son exentas de tener obstáculos en su calidad de vida. La socióloga expone que hay dificultad en el acceso a servicios para las mujeres ubicadas en barrios no legalizados. Aunque haya cobertura de educación, no la hay en cuestión de servicios, el sistema de salud, y la conectividad.

La gobernanza y políticas públicas tienen gran cabida en esta problemática, especialmente al momento de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

“Estamos lejos de que toda la institucionalidad pública esté comprometida con los ODS, fundamentalmente con el que habla de la erradicación de las pobrezas, violencias y garantizarles a las mujeres el ir cerrando brechas en el mundo laboral. Las políticas públicas existen, pero no hay suficiente recurso para la inversión en lo que se requiere: educación, servicios, estimular y apoyar emprendimientos de las mujeres”.

Con lo anterior, Alvarado concluye que esto equivale a que las mujeres no tengan ingresos y recursos, y tampoco puedan proveerse para cumplir sus necesidades.

“Es muy difícil poder decir que las brechas de las mujeres se pueden cerrar sin políticas públicas. Estamos en una sociedad machista donde ellas cuentan con pocas condiciones para poner en conocimiento de las autoridades situaciones personales que ellas estén viviendo. Por ejemplo, la violencia se da en la familia, la calle e incluso en la institucionalidad. Erradicar todo eso significa cambiar cultura y patrones, acompañado de acciones contundentes de las administraciones municipal, departamental y nacional”.

Por su parte, Gloria Calderón, secretaria de la Mujer del departamento, respondió a Periódico del Meta que la dependencia recibe estas cifras con alta preocupación, al reflejar una realidad persistente en la que las mujeres de la región se ven desfavorecidas en comparación con los hombres.

Asimismo, la funcionaria enfatizó en que desde la secretaría se trabajará de manera articulada con diferentes actores para implementar estrategias efectivas que puedan reducir la pobreza multidimensional en las mujeres del departamento. Por ejemplo, fortalecer programas de empoderamiento económico, promoción de equidad de género y acciones para prevenir y erradicar las violencias basadas en género.

Finalmente, dentro del Plan de Desarrollo Departamental se incluyen metas que buscan garantizar los derechos de las mujeres en áreas como autonomía económica, prevención de violencias, asistencia técnica y formulación de la política pública de la mujer y familia. 

“Es una herramienta para el norte de nuestro departamento en temas de mujer, nos permitirá lo que siempre hemos buscado: cerrar o reducir brechas”, dijo la funcionaria.