Tres megaobras | Editorial

La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) anunció el jueves, al final de la tarde, el paquete de megaobras que financiará en los siguientes tres años el gobierno de Gustavo Petro, y que asciende a una inversión cercana a los 50 billones de pesos.

La información se produjo luego de que se confirmara el aumento del perfil de vigencias futuras, que pasarán del 0,6% al 0,8% del Producto Interno Bruto (PIB) para proyectos de infraestructura, lo cual abrió la posibilidad de financiar varios de los proyectos, dos de los cuales serán adjudicados para esta región del país.

Para los Llanos Orientales, la ANI destacó la inversión para la conexión vial de Sogamoso – Aguazul – Maní – Puerto Gaitán, que acercará a los departamentos de Casanare, Meta y Boyacá. De concretarse y hacerse su realidad, con el tiempo este eje abriría una ruta alterna a la vía al Llano.

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Es un sueño de los llaneros porque además de la conectividad, beneficiando la reactivación de la economía local, ayudando a disminuir los tiempos de traslado de los habitantes y mejorará la logística en el trasporte de mercancías desde la Altillanura y se promoverá el turismo en la región.

En concordancia con estas megaobras anunciadas por la ANI, también clasificó en este listado de inversiones el transporte fluvial y no se quedó por fuera del paquete el proyecto de la navegabilidad del río Meta.

Este también es un megaproyecto con el que sueñan los llaneros, pues generaría las condiciones óptimas para la implementación de muelles y todo un sistema alrededor que generaría un nuevo polo de conectividad de Colombia entera e incluso de Suramérica.

En el estudio más actualizado, que data del 2014, se calcula que la navegabilidad del río Meta se tendría lista en unos 20 años, con una inversión cercana a los 4.000 millones de dólares. Ante la magnitud de recursos que se necesitan, faltará ver hasta dónde irán la financiación que la ANI piensa dejar para la fase inicial de esta obra.

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Se debe creer que para este “gobierno del cambio”, que apenas comienza, estos dos  megaproyectos son de interés nacional y ya al menos es un avance que quedaran priorizados en la inversión, pero los llaneros nos hemos acostumbrado a quedarnos soñando despiertos.

A propósito de ilusiones, uno de los proyectos que quedó por fuera, al menos dentro de los planes de financiación de la ANI, fue el aeropuerto Vanguardia de Villavicencio. Pese a que sí contempló invertir en los de Neiva, Cali, Buenaventura, Cartagena y San Andrés, el de la capital del Meta no recibirá financiación, al menos por esta entidad.

Así quedan por ahora tres grandes anhelos que por años hemos tenido en el Meta y que, de hacerse realidad, nos pondrían realmente de puertas al progreso.

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