‘Cambió la docencia en las universidades’

Hace 33 años trabaja en la Universidad de los Llanos y como rector le ha tocado afrontar uno de los momentos más difíciles de esta institución: continuar educando en medio de la pandemia, y crear una estructura de virtualidad.

Pablo Emilio Cruz Casallas (P.C) ha mantenido a flote la universidad e incluso este año logró que la Unillanos rompiera récord de jóvenes inscritos para estudiar pregrados.

A nueve meses de dejar el cargo de rector, Periódico del Meta (PDM) conversó con Cruz Casallas para ver cómo va el proceso de alternancia,  la estrategia de matrícula cero y en qué va la sede Boquemonte, entre otros temas.

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PDM: ¿Cuántos estudiantes tiene la Universidad?

P.C.: Tenemos 7.100 estudiantes en los programas. Esto quiere decir que por primera vez pasamos la cifra de los 7.000 estudiantes activos en la institución. A ellos hay que sumarles alrededor de 400 estudiantes de los programas de posgrado, básicamente en especializaciones, maestrías y el doctorado que se ofrece.

PDM: ¿A pesar de la crisis, los jóvenes decidieron matricularse y apostarle a la Unillanos?

P.C.: Sí. Digamos que había en el ambiente del sistema universitario estatal había un pesimismo muy grande y se pensaba un porcentaje de deserción bastante grande, sin embargo, las estadísticas muestran lo contrario. La Universidad de los Llanos, en el último proceso de admisiones, tuvo una cifra récord de estudiantes: pasamos de los 3.200 estudiantes que aspiraban a los 890 cupos disponibles en la universidad.

PDM: ¿Ayudó el hecho de que se ampliara la oferta?

P.C.: Por supuesto, básicamente con ingeniería de procesos, Ingeniería ambiental y la apertura del campo Boquemonte, en Granada, con administración de empresas y licenciatura en educación campesina rural.

PDM: ¿Cuánto es el presupuesto de este año?

P.C.: Como todos sabemos, la universidad se financia con transferencias que le hace el Gobierno Nacional y los recursos propios. El presupuesto para esta vigencia 2021 está alrededor de los 70.000 millones de pesos.

PDM: ¿Cuál fue el desenlace de la ‘matrícula cero’?

P.C.: La ‘matrícula cero’ fue una de las estrategias para evitar la deserción estudiantil, a esa ‘matrícula cero’ contribuyeron varias fuentes, la principal, el Gobierno Nacional a través de un fondo de solidaridad el cual lo alimentaron con 98.000 millones de pesos para las 32 universidades del país. En esa distribución a Unillanos le correspondieron $798 millones, a eso se sumó el apoyo que brindó la Gobernación del Meta, a través del Fondo Social de Educación Superior, de $310 millones, y el esfuerzo que hizo la universidad en ajustar algunos de sus gastos, logramos que en el semestre que se inició el año pasado, en 2020, entraran las matriculas cero.

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PDM: ¿Y cómo se financió la ‘matrícula cero’ este año?

P.C.: Para el 2021-1 se volvieron a poner 798 millones de pesos para la Universidad; se sumó nuevamente la Gobernación con $350 millones y por primera vez la Alcaldía de Villavicencio con otro $350 millones. Entonces eso permitió que el 100% de los estudiantes de la Unillanos tuvieran exoneración del pago de derechos de matrícula, e inclusive el pago de los derechos complementarios. Únicamente los estudiantes pagaron en este primer semestre pagaron 24.000 pesos, que es lo que cuesta el seguro estudiantil.

PDM: ¿Continuará la ‘matrícula cero’ el próximo semestre y en el 2022?

P.C.: Continuaremos haciendo los esfuerzos, pero lógico, esto es una situación coyuntural y transitoria. Las exoneraciones las aprueba el Consejo Superior mediante una resolución y en esta es muy claro que es una medida transitoria justamente para aliviar el tema de la pandemia.

PDM: ¿Se logró que todas las matrículas tuvieran el mismo valor?

P.C.: La Unillanos venía con un régimen que establecía que la matrícula mínima para los 5 programas fundadores de la universidad era de 0,8 salarios mínimos, es decir el 80% de un salario mínimo legal vigente, los 12 programas adicionales pagaban 1,4 salarios mínimos legal vigente como matrícula mínima. El ajuste que se hizo fue, primero, homogenizar el cobro de matrícula y se estableció que el pago mínimo de un estudiante son 0,7 salarios mínimos, o sea el 70% de un salario mínimo. Eso también impactó en el número de estudiantes que ahora está aspirando a la universidad.

PDM: ¿Reducciones y beneficios para poblaciones vulnerables impactan las finanzas de la universidad?

P.C.: Realmente el impacto no es tanto, lo que nosotros queremos es compensarlo con una mayor oferta académica, que lo programas tengan mayor demanda y eso lo pudimos comprobar en el último proceso de admisiones. Hoy tenemos abierta nuevamente las inscripciones para el segundo semestre de 2021, justamente abren el día 8 de mayo y van hasta el 20 de mayo.

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PDM: ¿Cómo va la alternancia?

P.C.:  La universidad estableció un mecanismo de pico y carnet, o sea que un día van aquellos estudiantes cuyo carnet termina en número par y al día posterior irán los que tienen el número impar, de esa manera reducimos a la mitad la cantidad de estudiantes que atiende una práctica en particular, además de extremar el autocuidado y la bioseguridad que tiene la universidad.

PDM: ¿Cuántos alumnos están en virtualidad?

P.C.: Todos los estudiantes tienen sus clases teóricas a través de la plataforma, alrededor de 300 a 500 alumnos asisten. Hay algunos programas como agronomía, medicina veterinaria, ingenierías con laboratorios que necesariamente tienen que acudir a la institución, pero hay otras como contaduría, administración de empresas y economía que son más teóricos y lo pueden atender de forma virtual.

PDM: ¿Los recursos para infraestructura física tendrán que destinarse a la virtualidad?

P.C.:  Desde luego, ya se aprobó recientemente un proyecto para dotar de tecnología de punta a las aulas de clase con pantallas interactivas, con folios interactivos para los profesores; la sede Boquemonte en Granada, quedó dotada de esa manera. El estudiante podrá recibir su clase en la casa. Esto transformó la forma en que se ejerce la docencia en las universidades en general.

PDM: ¿Cuánto se recaudará con la nueva estampilla de Prounillanos?

P.C.: Este fue un logro conseguido gracias a la dirigencia política de la región y de la gestión realizada en el Congreso y esperamos que la Asamblea la reglamente. Lo que se gravará es la contratación pública, en especial la obra civil, y esperamos que en la medida en que se reactive la economía. El año pasado se recaudaron $10.000 millones, pero en un buen año como fue el 2016 el récord estuvo en $16.000 millones.

PDM: ¿Esos recursos tienen una destinación específica?

P.C.: Sí. Fundamentalmente a fomentar la investigación, para cualificación del talento humano, infraestructura, actualización tecnológica y apertura de nuevos programas, entre otros.

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PDM: ¿Qué se puede decir de la sede Boquemonte?, ¿cuántos estudiantes tiene, cómo opera?

P.C.: Recibimos una obra que aún estaba inconclusa y nos dimos cuenta que teníamos que hacer obras adicionales para que quedara plenamente funcionando, Las trece aulas de clase que hay para 500 estudiantes están completamente dotadas con inmobiliario; las dos salas de informática están dotadas con 98 computadores; estamos terminando una obra civil de cerramiento para darle seguridad al campus e iniciamos la contratación de la red contra incendios.  Tenemos 98 estudiantes matriculados que están en su primer semestre; 48 estudiantes de ellos es de licenciatura de educación campesina y rural, también administración de empresas, además tenemos un registro calificado para una especialidad de gestión de proyectos.

PDM: ¿Hay que motivar a la gente para que crea en la universidad?

P.C.: Algo que quiero destacar es el apoyo que ha brindado la diligencia regional para que funcione la universidad, el alcalde de Granada nos ofreció pagar el 50% de los estudiantes bachilleres de ese municipio, que estudiarán en el campus. Es un incentivo muy significativo donde el estudiante se motiva a seguir con su formación.

PDM: ¿Cómo están las relaciones con los estudiantes?

P.C.: Diría que son normales. Antes que rector soy profesor, llevo 33 años en la universidad, nosotros escuchamos, tenemos buenas relaciones, somos abiertos a la crítica, pero también a la proactividad que venga desde el estudiantado.

PDM: Usted termina el 31 de diciembre de este año su período, ¿tiene ganas de seguir en el cargo?

P.C.: El camino aún no está decidido. Tengo los requisitos para la pensión y tal vez ese sea el camino, pero debo tomar una decisión en los siguientes meses.

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